La consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, ha anunciado que el próximo martes, 1 de diciembre, ya no estará en vigor el confinamiento perimetral de las tres capitales de provincia –Huesca, Zaragoza y Teruel–, si bien se mantiene en el ámbito provincial y autonómico.
En rueda de prensa, Repollés ha explicado que se pretende «favorecer la movilidad dentro de Aragón», pero de forma «limitada y sostenida», es decir, sin restricciones dentro de la misma provincia, una medida «altamente demanda» y cuyo impacto se va a estudiar para analizar si se confirma la tendencia descendente de los contagios de la COVID-19 que se ha producido en las últimas semanas.
La consejera ha indicado que la tasa de casos acumulada en los últimos siete días en Aragón es de 180 por 100.000 habitantes y la acumulada en 14 días se sitúa por debajo de los 500 casos «desde hace unos días», si bien «seguimos en una situación de muy alto riesgo» y la ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos es superior del 45 por ciento.
Asimismo, ha aportado el dato de que hay ciudades con más de 10.000 habitantes con tasas semanales de 75 casos por 100.000 o inferiores. En el conjunto de la comunidad autónoma, la tasa de positividad ronda el 10 por ciento, «se percibe una menor transmisión comunitaria» y también hay menos ingresos diarios en hospitalización y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
«Podemos considerar un hito que hemos bajado de los cien pacientes en UCI», ha afirmado Repollés, para añadir que, no obstante, «sigue existiendo una presión importante», con una estancia media en UCI de 19 días por lo que «quedan unas semanas hasta que los hospitales puedan observar una disminución de la atención» y «en este contexto no nos podemos plantear una estrategia de apertura rápida».
La consejera ha dicho que su propósito es «flexibilizar, pero con responsabilidad» y con la vista puesta «más allá» de la Navidad y ha opinado que realizar una desescalada «rápida» sería «una falta de respeto a las familias que han sufrido una pérdida o a los profesionales sanitarios que están trabajando con mucho esfuerzo y compromiso». Repollés ha precisado que el objetivo es que sea «progresiva y lenta» para poder «asentar cada logro».
SIGUIENTE PASO
La consejera ha contado que el siguiente paso sería flexibilizar las medidas de distanciamiento social, que permitan «cierta reactivación de la economía en fechas próximas a la Navidad», algo que podría sucede si el nivel de riesgo «extremo» actual baja a «medio.
Ha señalado que si tras la supresión del confinamiento perimetral de las tres capitales de provincia «no se modifica la velocidad de descenso de la curva, se podrán modificar medidas antes de Navidad» en cuanto a agrupaciones y movilidad.
Repollés ha animado a quienes sufren «hartazgo» y «fatiga pandémica» porque «hemos visto la luz después del túnel» y «vamos a tener las vacunas en enero» por lo que «estamos avanzando hacia una solución definitiva» y «restando días» respecto a la convivencia con el virus. Por eso, ha pedido «aguantar», tras remarcar el «esfuerzo» de todo el personal sanitario. «Lo estamos haciendo bien».
También ha comunicado que este mismo jueves van a iniciar un ciclo de reuniones con sectores del deporte, la hostelería y la cultura, afectados por las últimas restricciones en Aragón, «para hacerles partícipes del contexto epidemiológico y de la estrategia planteada.
MEDIDAS SIMILARES EN TODO EL PAÍS
La consejera ha apostado por que las medidas de flexibilización que se vayan a adoptar con motivo de la Navidad «sean homogéneas» en todas las comunidades autónomas, «o al menos en las que compartimos una situación epidemiológica y unas características similares» y se apliquen al mismo tiempo.
Repollés ha indicado que un grupo de trabajo –en el que cada comunidad autónoma cuenta con un representante– está estudiando el borrador planteado por el Ministerio de Sanidad al respecto.
Ha adelantado que si bien «no hay nada definitivo» se están manteniendo conversaciones para que perduren los confinamientos perimetrales de las comunidades autónomas, «hasta que consigamos una inmunización de la población a partir de enero con la vacuna», si bien habría «cierta flexibilización de la movilidad en los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo.
También la habrá en los horarios sobre el toque de queda y el cierre de actividades en Nochebuena y Nochevieja, mientras que se debate sobre el límite del número de personas por agrupación. Aragón está dispuesta a «ceder» en aras a que «todas optemos por el mismo tipo de medidas», ha remarcado Repollés.
MEDIDAS EFECTIVAS
El director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, ha resaltado que las medidas adoptadas después del puente del Pilar en Aragón han sido «efectivas» ya que «a la semana siguiente llegamos al pico y luego ha tenido lugar una tendencia de bajada acusada» en la incidencia, que ya se comienza a percibir en la mortalidad.
No obstante, ha advertido de que hay indicadores con «niveles todavía muy altos» y «no nos podemos permitir» que ocurra como en septiembre, cuando se mantuvieron los 200 y 300 casos diarios y una ocupación de más de 50 camas de UCI al día. El objetivo es «bajar lo suficiente» para tener «más capacidad de respuesta» cuando se produzca la cuarta ola en enero, que sucederá porque «no es algo que podamos cuestionar», ha sentenciado.
Por eso, «nuestro gran reto está en las próximas semanas y en cómo afrontemos las Navidades», con el «virus circulando», ha expuesto. Ha añadido que el efecto de las vacunas, si éstas se aplican en enero, «no lo notaremos hasta finales de febrero o marzo».
Por su parte, el director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, ha explicado que el sistema sanitario «ha estado muy tensionado desde finales de julio», tanto en atención primaria, como en hospitalaria» de forma que «los profesionales no han tenido tiempo de descansar prácticamente» desde esa fecha.
Ahora, «seguimos con niveles muy altos de ocupación» y «de cara a la Navidad tenemos que llegar a una situación en la que el sistema sanitario esté en mejores condiciones para afrontar esa cuarta ola».
A su entender, «les debemos» a los profesionales «que el nivel de saturación en los centros descienda» y «tengan derecho a disfrutar de la Navidad y las vacaciones como el resto de la sociedad» para que después puedan hacer frente a la cuarta ola «en condiciones adecuadas».
En este punto, ha animado a descargarse la aplicación Radar COVID «y mantenerla activada durante todas la Navidad para ayudarnos a controlar la evolución de la pandemia en ese periodo».
RASTREADORES
Los directores generales han apuntado que el nivel de presión sobre los rastreadores de atención primaria y Salud Pública «no ha bajado», si bien en estos momentos están siguiendo a 7.589 personas, frente a las 24.297 que hubo el 29 de octubre, en el pico de la tercera ola. Además, en primaria se atiende al día unas 200 personas por la COVID-19 frente a los 600 y 700 que ha llegado a haber.
Falo ha reconocido que en estos momentos la identificación de contactos están siendo «más complicada» porque los contagiados consideran que si los comunican, «les perjudican» al obligarles a aislarse dada la proximidad del puente festivo de diciembre y de la Navidad, algo que ocurre «en determinados entornos con gente joven o situaciones sociales», cuando «cortar las vías de transmisión son el elemento más seguro que tenemos» ahora.
En otro orden de cosas, ha opinado que la presencialidad total en las aulas educativas, desde el punto de vista sanitario, «puede ser posible» ya que en ellas se ha comprobado que la transmisión ha sido «muy baja», pero es una decisión «educativa».