En una economía con tantas variantes como la actual, se han empezado a utilizar procedimientos que anteriormente no eran del dominio público, para sobrevivir a las deudas sin que éstas te maten y poder resistir el impacto que el mercado ha tenido desde hace unos años, siendo uno de los procesos más requeridos el concurso de acreedores.
El concurso de acreedores es un procedimiento legal solicitado por personas físicas o empresas que están pasando por un momento de crisis, que permite llegar a un acuerdo para tratar de solventar las deudas, a las que no se pueden hacer frente en un momento dado por diversos motivos.
Quiénes intervienen en un concurso de acreedores
Dentro de un concurso de acreedores intervienen dos partes: la primera es el deudor, quien es aquella persona o empresa que presenta la deuda, y la segunda parte es el acreedor, que es la empresa persona a la cual se le debe el dinero.
Cualquiera de las dos partes pueden solicitar un concurso de acreedores, asistiendo a un juzgado mercantil, que analiza la situación y tiene la capacidad de autorizar o denegar el inicio del procedimiento.
Tipos de concurso de acreedores
De acuerdo con la razón por la cual se solicite iniciar el concurso de acreedores, se pueden establecer claramente dos tipos, que también se diferencian según la parte que lo inicie.
Concurso de acreedores voluntario
Este tipo de concurso de acreedores se da cuando es la empresa deudora la que solicita iniciar el procedimiento, la cual puede hacerlo en caso de que la organización que posee la deuda presenta una razón de peso para explicar el atraso de sus pagos, y en ese caso deberá exponerla detalladamente y con pruebas claras. Este proceso también puede ser iniciado por los deudores.
Concurso de acreedores forzoso
En este caso, son los acreedores quienes deciden iniciar el procedimiento, en el supuesto de que la empresa no presente ninguna razón para haber atrasado el pago de sus deudas, o cuando existan diferencias entre ambas partes a la hora de pactar todos los aspectos relacionados con el pago de las mismas.
Causas para solicitar un concurso de acreedores
A veces, reunificar las deudas provoca pagar hasta siete veces más de intereses. Las empresas pueden solicitar un concurso de acreedores por razones muy diversas, siempre que posean las pruebas y argumentos necesarios para apoyar dicha solicitud, por lo que debes conocer cuáles son las causas más comunes.
Existen dos razones muy frecuentes para solicitar este procedimiento: la suspensión de pagos o la quiebra, las cuales se pueden dar por diversas circunstancias que deben ser explicadas con todo detalle para que el juzgado mercantil acepte la solicitud.
La suspensión de pagos se da cuando la empresa acreedora no puede pagar la deuda completa en el plazo acordado, lo cual se puede dar por falta de liquidez, por lo que es una causa transitoria; las personas solicitan una prolongación del plazo o reducción del pago, para tener mayor facilidad a la hora de saldar la deuda.
La quiebra, en cambio, es una causa mucho más grave, ya que se da cuando el valor de los recursos económicos que poseen los deudores es menor al total de las deudas, lo que implica que esta no se podrá saldar los créditos a largo plazo, pues la empresa no está en condiciones de recuperar dinero.
Si se da este caso, el concurso de acreedores se solicita para llegar a un acuerdo en el que los deudores no pierdan dinero, y los acreedores no tengan más problemas a la hora de realizar el pago, por lo que pueden reducir al máximo la deuda para darle oportunidad a la empresa, sin que esto signifique una pérdida total.
Fases del concurso de acreedores
Para poder tener un concurso de acreedores adecuado, es necesario pasar por una serie de fases, que van desde la solicitud para iniciar el procedimiento, hasta el momento en el cual el juez mercantil dicte la sentencia para el caso.
Fase común
En esta fase se inicia todo el procedimiento, la persona que quiere realizar el concurso de acreedores presenta la solicitud a un juez mercantil, el cual estudia el caso y analiza la aplicación de medida cautelares.
Una vez que el juez haga el estudio completo de la solicitud, envía la resolución, en la cual acepta seguir con el proceso, o desestima la solicitud. En caso de que lo acepte, se procede a llamar a las dos partes para que presenten las pruebas necesarias.
El juez mercantil estudia todas las pruebas, entre las que destaca la masa activa que posee la empresa, al igual que la masa pasiva, además de clasificar las deudas que esta posee.
Fase de convenio
Esta parte del procedimiento es muy importante, ya que ambas partes presentan propuestas para solventar de la mejor manera las deudas, con un plan de pagos creado de manera minuciosa, que pueda satisfacer las necesidades de ambas partes.
Cuando todas las propuestas se hayan presentado, los acreedores proceden a votar la que sea conveniente para todos, y en caso de que alguna de ellas presente la mayoría necesaria, el juez mercantil aprueba el trato.
Fase de liquidación
La fase de liquidación inicia cuando un administrador concursal externo adquiere los derechos de gestión de las deudas, y procede a analizar la mejor manera para realizar el pago en el tiempo estipulado.
Esta fase inicia cuando el deudor decida, aunque también puede empezar cuando las propuestas de convenio no presenten la mayoría, momento en el cual el administrador toma la gestión directamente e inicia el procedimiento.
El proceso de liquidación se da cuando el administrador vende los bienes del deudor para poder pagar la mayor cantidad de deudas posible, en el tiempo establecido previamente.
A quién protege el concurso de acreedores
El concurso de acreedores se creó con la finalidad de proteger a los trabajadores en los momentos en los cuales presente una crisis que no les permita obtener los fondos necesarios para saldar todas las deudas que posee.
Asimismo, este procedimiento sirve para que las empresas exijan el pago a las organizaciones que no presenten una razón de peso para evitar solventar las deudas, así como cuando excedan el tiempo pactado sin comunicar ninguna causa.
El concurso de acreedores es un procedimiento de mucha utilidad en estos momentos, en los que la economía está viviendo cambios muy fuertes, para evitar que las personas físicas y empresas tengan grandes pérdidas y puedan seguir en el mercado.