Masterchef lleva desde sus inicios siendo uno de los realities más seguidos de la televisión española. Suyo es el mérito de haberle dado una vuelta de tuerca a los programas televisivs sobre cocina y gastronomía. Masterchef dejó atrás los plúmbeos espacios de recetas para introducir la competición, el glamour, los roces entre compañeros, los romances y todo eso que hace que los reality shows tengan tan buena acogida en el público. Solo que los reality shows, como deberíamos ir sabiendo, con frecuencia tienen más de show que de reality.
Todos los programas de la llamada “telerrealidad” tienen sus truquillos, sus trapos sucios y sus mentiras. Las cosas no son nunca, en Masterchef tampoco, como aparecen en la pantalla de nuestra televisión. Hay un concienzudo trabajo de producción y edición para que al programa se le vean las costuras lo menos posibles. Pero, a veces, hay un exconcursante dolido o descuidado que tira del hilo y nos enseña el pastel a todos. Eso ha pasado más o menos con Masterchef.
2La mitad de lo que pasa es mentira
En un principio era reacio a participar. “La productora me llamó porque necesitaban caras conocidas para atraer a la audiencia. Dije que no, pero me llamaron Loles León y Cayetana Guillén Cuervo y accedí”, ha contado el actor. Muy pronto, al poco de entrar al programa, ya se había arrepentido de tomar esa decisión.
“No tengo que convencer a nadie de lo que soy o lo que no soy por un programa de televisión”, se defendió el intérprete. Más allá de eso, afirmó que no se molesta por “la opinión de alguien que me ve en un programa como MasterChef, que está hecho para la audiencia y la mitad de lo que pasa ahí es mentira…”. No entró a detallar más a fondo, pero Tejero ha sido uno de los exconcursantes que ha contribuido a levantar el velo de misterio en torno a Masterchef.