El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, y su homóloga italiana, Teresa Bellanova, han mantenido este miércoles una reunión bilateral en el marco de la XIX cumbre hispano-italiana que se ha celebrado en Palma de Mallorca, donde han calificado de «equilibrado» el acuerdo alcanzado sobre la Política Agrícola Común (PAC).
Este encuentro entre Planas y Bellanova ha servido para ratificar la satisfacción compartida por el equilibrado acuerdo para la reforma de la PAC, que se alcanzó en octubre y que supone una gran oportunidad en el avance en aspectos relacionados con la sostenibilidad medioambiental sin comprometer el necesario apoyo a la sostenibilidad económica de las explotaciones.
Respecto a lo que se refiere a la aplicación de la PAC en cada país, los ministros, que se han comprometido a compartir experiencias, han destacado que ese Plan Estratégico único, por cada Estado miembro, permitirá incorporar las especificidades regionales a través de intervenciones adaptadas a necesidades territoriales.
En lo que se refiere a las conclusiones alcanzadas en el último Consejo de Ministros de la UE sobre la estrategia de la ‘Granja a la Mesa’, los dos países comparten su contenido.
De esta forma, consideran que los planes estratégicos deben servir de herramienta de impulso de los objetivos perseguidos por el Pacto Verde europeo.
En la reunión, también se ha abordado el tema pesquero, donde ambos gobiernos consideran que las decisiones que se tomen deben suponer, por un lado, el respaldo a la sostenibilidad del sector pesquero y, por otro, un reconocimiento de su carácter estratégico para el abastecimiento de la población.
En concreto, ésta será la posición que defenderán, en el próximo Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea (UE) de diciembre, donde se decidirán los días de pesca para sus flotas de arrastre en 2021.
España e Italia consideran necesaria una aplicación progresiva y proporcionada de las disposiciones del plan plurianual adoptado por la UE en 2019, así como la consideración de la importancia social, económica y laboral que tiene la pesca en las comunidades costeras donde radica.
Por último, como impulsores de la Declaración de la Dieta Mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, que ahora cumple su décimo aniversario, Italia y España han insistido en el valor de esta dieta y en la necesidad de una correcta información nutricional de los alimentos, en línea con los valores saludables de la dieta mediterránea.