En los últimos, y muy especialmente entre las nuevas generaciones, ha aumentado de forma notable tanto la sensibilidad medioambiental y ecológica como el respeto a los animales. Ambos principios gozan de un gran prestigio cultural y han suscitado movilizaciones movilizaciones en todo el mundo en defensa del planeta Tierra. Uno de los pilares de este movimiento ético y social es la crítica al consumo de carne, tanto por su elevado coste ambiental como el sufrimiento que se inflinge a los animales para conseguirla.
El vegetarianismo, y también el veganismo, van ganando posiciones como alternativas éticas de consumo, muy especialmente entre los más jóvenes. Y no hay duda de que lo son, pero es también necesario prestar atención a las repercusiones que ese tipo de dieta pueda tener en nuestra salud. Siempre se ha hablado del déficit de vitaminas en el organismo que tienen las personas que se alimentan sin carne. Ahora, nuevos estudios indican que podrían ser más las consecuencias negativas de eliminar la carne de nuestra dieta.
2Veganos y vegetarianos
Entre los no comedores de carne es frecuente que se registren bajas cantidades de calcio y proteínas en la dieta. Hasta la publicación del presente estudio no fue posible probar la relación entre el estilo de dieta vegetariano y el mayor riesgo de fractura de huesos. “Este es el primer estudio, y el más exhaustivo, que investiga en profundidad el total de fracturas de hueso registradas y las compara con las fracturas de huesos de personas con distintos hábitos alimenticios”.
Son palabras de Tammy Tong, un estudioso de la epidemiología nutricional de la Universidad de Oxford. Según los datos que recogieron Tong y su equipo, se registraron hasta 4,1 más casos de fracturas en vegetarianos y 19,4 en veganos por cada mil fracturas en un periodo de diez años. La diferencia es significativa en todos los casos, pero llama especialmente la atención el salto de probabilidades que se da desde el vegetarianismo hasta el veganismo.