La palabra acuífero posee un origen etimológico que deriva del latín, ya que contiene dos elementos de dicha lengua, como son aqua (que se traduce en agua) y fero (que se traduce como “yo llevo”). En este artículo, te explicaremos la definición de acuífero, cómo se origina su formación, los tipos de acuífero y su importancia para la vida. Esta palabra se utiliza tanto en la biología como en la geología.
Definición de acuífero
Según la geología, se puede definir un acuífero como una construcción o formación geológica que está formada por una o más capas de rocas, las cuales tienen la capacidad de almacenar y dejar fluir el agua. Están ubicadas en el suelo y en el subsuelo, en particular en la zona que ha sido denominada como zona saturada.
Por lo general, los acuíferos van a ser propietarios de diversos parámetros como lo son la permeabilidad y la porosidad particulares de cada uno, los cuales van a definir las características hidráulicas de cada acuífero, lo cual quiere decir que el movimiento del agua va de depender del tipo de rocas que se encuentran en el suelo y en el subsuelo.
En los acuíferos es posible diferenciar entre el nivel freático, que normalmente se encuentra en el sector superior, la zona de saturación que es el espacio en el que los poros rocosos se llenan de agua, y la capa impermeable. Sobre el nivel freático, y antes de la superficie, te vas a encontrar con otro sector conocido como zona de aireación.
En cuanto a la biología, por otra parte, un acuífero es un conducto que ayuda a fluir la circulación o transporte de líquidos en organismos o sistemas específicos. Para que tengas una idea, los equinodermos disponen de un sistema acuífero con múltiples tramos a lo largo de su estructura o cuerpo.
¿Cómo se origina la formación de un acuífero?
Los acuíferos se originan por las aguas pluviales que se introducen en el suelo, hasta llegar a los lugares más impermeables que impiden el paso del agua y se deposita entre las rocas subterráneas. Estas aguas pluviales que quedan en el suelo permiten recargar de agua dichas rocas porosas de los acuíferos y permite tener reservorios de agua que favorecen el desarrollo de los suelos.
Clasificación de tipos de acuíferos
Los acuíferos se pueden clasificar de muchas maneras, ya que son numerosas las modalidades y criterios que se utilizan. Sin embargo, entre las clasificaciones más frecuentes podemos encontrar las siguientes:
- Según su comportamiento hidráulico: en este caso, encontramos los acuíferos confinados, los cuales son los que se encuentran entre dos capas impermeables; también existen los semi-confinados; los subestimados o libres, estos son los que se encuentran en contacto directo con el aire y con la zona subsaturada del suelo; y los costeros.
- Según lo que es su estructura: se pueden clasificar en dos grupos importantes: los libres y los confinados.
- Según el criterio de lo que son sus texturas: podemos encontrar los acuíferos fisurales y los porosos.
- Según el comportamiento hidrodinámico: si nos basamos en esta clasificación, podemos encontrar los acuíferos, los acuícludos, los acuitardos y los acuífugos.
Por otro lado, podemos tener en cuenta las características litológicas, como son detríticos y carbonatados. También existen los tipos de hueco: poroso, kárstico y/o fisurado. Existen otros parámetros como es la extensión, en este caso, podemos encontrar los acuíferos locales o puntuales (pequeña extensión) y acuíferos regionales (muy extensos).
Importancia de un acuífero
Sabemos que el agua es vida, por lo tanto, es muy importante para la vida en la Tierra. En el caso de los acuíferos, debido a que el agua circula por este, sirven como puntos de traslado de agua subterránea a áreas de recarga, como pueden ser lagos, pantanos, manantiales, pozos u otras estructuras de recolección de agua.
Por otro lado, cuando el agua de los acuíferos se encuentra con rocas impermeables, estimulan los depósitos de recolección y almacenamiento de agua, las cuales pueden ser utilizadas como puntos de extracción de agua siempre y cuando no se sobrepase la recarga, ya que terminarían de secarse por completo. Todos estos procesos permiten que la vida en la naturaleza siga su curso y se recargue naturalmente con el agua que requiere.
Otro de los puntos que hace que los acuíferos sean de gran importancia para la humanidad, es que permiten que una buena parte de la población de todo el mundo tenga acceso al agua dulce directamente de la naturaleza. Sin embargo, la explotación sin ningún tipo de regulación y la contaminación mantienen a este recurso en una amenaza de extinción constante. Además, un 25% de los acuíferos de España están sobreexplotados.
Por otro lado, entre los elementos más contaminantes utilizados por el hombre que ponen en peligro estas grandes reservas de agua natural son los fertilizantes químicos que utilizan en la agricultura, los desechos de la actividad industrial y la explotación petrolera.
Además, existen otros elementos mucho más dañinos que afectan directamente la vida útil de los acuíferos que hay y podemos encontrarlos en los residuos que se generan en talleres de motor y gasolineras, en talleres de pintura, en tintorerías, en manufactureras y en industrias metalúrgicas. Sin mencionar los químicos que derivan de las minas de metales o de la extracción de petróleo, entre otros.
Para finalizar, existen muchos acuíferos alrededor del mundo, pero un ejemplo de los acuíferos más importantes de la humanidad, como es el Acuífero Guaraní, que se encuentra en miles de kilómetros debajo de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay. Es una de las mayores reservas del planeta de agua dulce que se encuentra debajo de la superficie.
Otro aspecto es la prospección, como lo hacer las localidades alicantinas de Teulada y Benissa que estudiarán la viabilidad de nuevos acuíferos. Para el mantenimiento de la vida de los acuíferos, debemos tener en cuenta que está en nuestras manos que no lleguen a su extinción total. Reducir los químicos en el tratamiento de las aguas y la agricultura, así como reducir la extracción de petróleo y el uso de pinturas, son solo algunos de los pasos que podemos empezar a implementar. No olvides que el agua es sinónimo de vida y de ella dependemos para mantener a nuestro planeta Tierra en óptimas condiciones.