El mundo no se detiene ni un solo instante. Los avances científicos nos abruman año tras año y nos llega a resultar imposible seguirles la pista. Lo hemos visto estos últimos meses, cuando se han desarrollado en tiempo récord vacunas para combatir la pandemia del covid-19. La tecnología médica es de los sectores más dinámicos y con investigaciones más esperanzadoras para el futuro y el bienestar de los seres humanos. Y un ejemplo de ellos son estas pastillas y medicamentos que viajan directamente al lugar en el que tienen hacer efecto.
Como una pastilla teledirigida, podríamos decir. De esta forma, los médicos e investigadores tendrán mucho mayor control sobre el efecto y la dinámica que sigue un fármaco una vez que es introducido en el organismo humano. Pero, muy especialmente, esta clase de medicamentos se centran en cómo actuar sobre un organo tan complejo como es el cerebro humano.
2El riego sanguíneo del cerebro
Los responsables de este gran avance de la tecnología médico son los miembros del Institut national de la recherche scientifique. En la revista Journal of Controlled Release explican con detalles las implicaciones de su invención y los pasos que les llevaron hasta ella. Los científicos saben que el riego sanguíneo del cerebro es uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan para tratar las enfermedades neurodegenerativas. En el Alzheimer, por ejemplo, las células del cerebro se exponen a unas placas que interfieren en la memoria y en la función motora.
Los fármacos que habitualmente se usan entran en el corriente sanguíneo y muchas veces no pueden alcanzar la zona del cerebro a la que van dirigidos. Una de las ventajas de estas nuevas nanopartículas, cuentan los científico, es que están hechas con unas propiedades químicas que les permiten pasar inadvertidas para el sistema inmune del cuerpo humano.