Las asistencias a víctimas de violencia de género superaron las 7.200 durante 2019, según consta en el Informe sobre los datos relativos a la justicia gratuita en la jurisdicción de violencia de género en 2019 elaborado por el Colegio de Abogados de Madrid (ICAM).
En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el ICAM ha presentado su informe sobre las asistencias a las víctimas, durante 24 horas, los 365 días del año.
Profesionales de la abogacía, formados y experimentados, son designados para la asistencia y defensa de la víctima de forma inmediata, desde el momento en que desea interponer denuncia.
«Son las únicas víctimas de un delito que tienen este derecho», ha detallado Marisol Cuevas, directora de Servicios a la Ciudadanía del ICAM, quien ha indicado que «para que un abogado les guíe durante todo el procedimiento, incluso sin que medie la propia denuncia».
Cerca de 2.000 profesionales están inscritos en Madrid el turno de Violencia de Género, para lo cual han tenido que realizar previamente diferentes cursos de formación y acreditar experiencia para gestionar este tipo de conflictos.
Junto a la formación de Justicia Gratuita enfocada en el Derecho Civil y el Derecho Penal (con el que se accede a los turnos de estas jurisdicciones), los letrados inscritos al turno de VioGen deben completar un tercer curso específico.
Además de nociones jurídicas que aglutinan varias ramas del Derecho que afectan a la violencia de género, les permite adquirir las habilidades necesarias para llevar a cabo una intervención efectiva con las víctimas, sin olvidar la importancia del aspecto psicológico.
Este ámbito de la psicología incluye un módulo de Sensibilización que prepara a los abogados sobre las características psicológicas de las víctimas y las consecuencias psicosociales, al objeto de que puedan acercarse y ofrecer un asesoramiento más completo que acompañe y proteja a la denunciante durante todo el proceso.
FORMACIÓN EN ESTA MATERIA
Además, desde el ICAM y su Centro de Estudios, así como desde el Centro de medios alternativos de resolución de conflictos (ADRs), se ofrece un programa curricular en constante actualización a través del cual los miembros de la abogacía madrileña pueden continuar y ampliar la formación en materia de violencia de género.
Uno de los datos significativos que arroja el informe es el aumento de las órdenes de protección, que se tramitan en la oficina de enlace del ICAM sito en la sede de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer de Madrid.
En el 2019, sólo en el partido judicial de Madrid, se gestionaron 2.662 órdenes de protección, lo que supone un incremento del 3% respecto del año anterior y de hasta un 20% respecto de los datos de 2015.
Igualmente, las designaciones durante 2019 alcanzaron las 11.206, suponiendo un 4% de aumento en cuanto a las realizadas durante el año anterior.
Durante el primer semestre del 2020, se han realizado 4.787 designaciones, un dato inferior a las 5.656 del mismo periodo de 2019. Aunque, una vez concluya el año habrá que analizar más detenidamente las estadísticas, la crisis sanitaria y el encierro durante la pandemia, han implicado en muchos casos un incremento en la situación de vulnerabilidad de las víctimas.
Aspecto que se puso de manifiesto durante la VIII Cumbre de Mujeres Juristas que celebró la Comisión de Igualdad del Colegio de Abogados de Madrid el pasado octubre en el Senado, señalando las dificultades que muchos letrados han tenido que afrontar para poder contactar e informar a las víctimas.
«Hay que insistir en la formación y sobre todo en la prevención», apunta Cuevas, «es importante que las víctimas sepan que tienen acceso al asesoramiento desde el momento en que quieran emprender acciones, y que estarán acompañadas por un profesional sensibilizado con su situación y capacitado para ofrecerle la mejor atención posible».
LA ABOGACÍA CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO
A punto de concluir el 2020, de acuerdo con los datos del Ministerio de Igualdad, 41 mujeres han sido víctimas de la violencia de género en el territorio nacional. «Y no hay que olvidar el impacto que cada víctima genera en su entorno familiar, social o laboral», advierte Cuevas.
Desde el ICAM se ha puesto en marcha una campaña para expresar la repulsa hacia este tipo de violencia, reivindicar la necesidad de combatirla y conmemorar a todas sus víctimas.