La avena es uno de los alimentos de moda. Se hacen dietas en torno a ella. Se usa en múltiples recetas y se come en desayunos, comidas y cenas. Pero vamos a ver que no es tan bonito todo lo que te cuentan sobre ella. La avena es un cereal que siempre ha sido secundario en la alimentación humana. De hecho, hace mucho tiempo en Asia era considerada como una mala hierba. El hombre siempre ha cultivado más trigo y cebada que pan. Sin embargo, ha estado presente entre nosotros desde la Edad de Bronce. Incluso se han hallado granos de avena en excavaciones del Antiguo Egipto.
La avena es una planta herbácea anual. Este cereal es rico en proteínas de alto valor biológico, grasas, vitaminas y minerales. Tiene un 54% de grasa vegetal no saturada, lo que la convierte en la planta con mayor proporción. También contiene hidratos de carbono, zinc, calcio, fósforo y hierro. Además, tiene vitaminas B1, B2, B3, B6 y vitamina E. Sin embargo, a la hora de cultivarla tiene menos resistencia al frío que la cebada y el trigo. Se cosecha a finales de verano y necesita mucha agua. Ya conocemos muchos de sus efectos beneficiosos en el cuerpo humano. Pero vamos a ver el lado oscuro de la avena.
6Enfermos intestinales y avena
Hay pacientes con enfermedades relacionadas con el aparato intestinal. Entre otras enfermedades nos referimos a la enfermedad de Crohn, a la enterocolitis y a la diverticulitis. Estas personas deben evitar el salvado de avena.
Este salvado, que no es otra cosa que la cáscara de la avena. Imagínate que te comes la cáscara de las pipas de girasol en vez de su semilla. Eso es lo que haces al comer salvado de avena. Este salvado puede agravar los síntomas de los pacientes.
También está prohibida para los pacientes que estén sanos, pero tengan un proceso gastrointestinal. Las personas con diarreas y gastroenteritis deben eliminar la avena durante estos periodos.