Ni un triste «gracias»: la dura realidad del teletrabajo

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Este 2020 que ya está a punto de terminarse ha sido un año extraño e inusual en todos los sentidos. Pero tal vez en tanto que trabajadores y empleados nos haya descolocado más que nada. De la noche a la mañana nos vimos abocados al teletrabajo y todo lo que implica: peor comunicación con jefes y compañeros, no disponer de una espacio adecuado para trabajar en casa, largas horas en soledad, jornadas laborales que se extienden más allá de lo que deberían, programas informáticos que no funcionan y fallan constantemente..Así han sido estos nueve meses de 2020 para los teletrabajadores.

Aunque trabajar en casa nos ha ahorrado tiempo y quizás nos ha permitido estar más cerca de la familia, también ha generado ansiedad e insatisfacción. Y una sensación, muy extendida entre los teletrabajadores, de que nadie les ha reconocido el esfuerzo extra que han debido hacer este año. Así lo determina una encuesta recientemente publicada por OnePoll, una consultora estadounidense dedicada al análisis de tendencias sociales.

 

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Bajan la eficacia y la productividad

teletrabajo

Los resultados de la encuesta demuestra que hasta tres cuartos de los trabajadores encuestados sentirían mejorar su salud mental en caso de que su jefe o supervisor les demostrase un poco de aprecio. Más o menos, el 70% de los sujetos consultados dicen que la apreciación en el trabajo significa mucho para ellos cuando se trata de un superior o de la persona que les supervisa la tarea. 

Y no se trata solamente de sentirse apreciado o de que el trabajador se sienta bien emocionalmente. No sentirse apreciado o valorado en la empresa puede hacer que el trabajador acabe siendo menos productivo y eficaz. Es previsible que, si el trabajador siente que su trabajo en la empresa no es suficientemente valorado, empezará a desmotivarse y a perder el entusiasmo por su papel en la organización.