Agentes de la Guardia Civil ha dado por concluida la operación denominada ‘Tharak’, en la Sierra de Cádiz, en la que han detenido a once personas relacionadas con una organización dedicada al narcotráfico a través de plantaciones de marihuana. Entre los detenidos se encuentran los presuntos autores materiales de los disparos que provocaron graves heridas a tres guardias civiles que realizaban un reconocimiento para la localización de una plantación de marihuana el pasado mes de septiembre. Del total de detenidos, seis han ingresado en prisión preventiva sin fianza.
Según ha informado la Guardia Civil, la organización se dedicaba al cultivo de plantaciones de marihuana y en el momento de la agresión a los tres agentes se logró detener a una persona como uno de los presuntos autores materiales de los disparos, comenzando una investigación que ha desembocado en la explotación de dicha operación el pasado día 17, donde tras realizar ocho registros domiciliarios de forma simultánea, se detuvieron a diez de los presuntos integrantes de la organización, permaneciendo uno de los objetivos oculto desde el día de la agresión.
Durante los registros, la Guardia Civil se ha incautado de casi 50.000 euros en efectivo, más de siete kilos de cogollos de marihuana listos para su distribución, varias armas tanto largas como cortas en distintas modalidades, multitud de teléfonos móviles y abundante documentación para su estudio.
Con ello, la Guardia Civil de Cádiz da por desarticulada esta organización a cuyos integrantes se les imputan tres presuntos delitos de homicidio en grado de tentativa, atentando contra los agentes de la autoridad, tenencia ilícita de armas, contra la salud pública y pertenencia a organización criminal.
La investigación realizada por los guardias civiles del Equipo de Policía Judicial de Arcos de la Frontera se inició nada más producirse la agresión a los tres guardias civiles tiroteados cuando realizaban un operativo contra el tráfico de drogas para la desarticulación de plantaciones de marihuana por la zona del Tarajal, del municipio del Coto de Bornos (Cádiz). Como resultado de los disparos, los tres guardias civiles fueron heridos de diversa consideración, precisando distintas intervenciones quirúrgicas y periodos de baja médica para recobrar su actividad normal.
Desde el primer momento, la investigación del Equipo de Policía Judicial de Arcos se centró en una organización local, vieja conocida para los agentes, dedicada a la exportación de grandes cantidades de cogollos de marihuana por toda la geografía nacional, y que ya en el mes de junio de 2018 fuera detenida en el marco de operación ‘Guanaco’, habiendo ingresado sus cabecillas en prisión y encontrándose en la actualidad a la espera de la celebración del juicio.
La Guardia Civil ha agregado que las enseñanzas recibidas por los miembros de la organización investigada les había llevado a diversificar los roles que cada componente desempeñaba, incluyendo nuevos roles como el de la tesorera, siendo desempeñado este rol por la hermana del líder de la misma.
De la misma forma, las investigaciones de los guardias civiles, pudieron determinar que tenían una clara intención de defender mediante las armas las siete plantaciones del tipo outdoor que controlaban, teniendo en cuenta además, que eran expertos en el manejo de las armas por una larga afición a la caza, motivo más que sobrado para que en cada plantación que estuvieran a punto de recolectar hubiera de forma permanente varios miembros de la organización fuertemente armados con varias escopetas de caza y la consigna de emplearlas contra cualquiera que se acercase a las mismas.
Las investigaciones de los guardias civiles también permitieron conocer que tras producirse el ataque a los agentes, los miembros de la organización se deshicieron de varias de las armas empleadas lanzándolas al pantano, siendo recuperadas por los guardias civiles del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas.
Con todas estas evidencias en la mano, y tras una minuciosa instrucción, se solicitaron del titular del Juzgado número 2 de los de Arcos de la Frontera los correspondientes mandamientos de entrada y registro para los ocho domicilios controlados, todo ello con el objetivo de detener a 10 de los 11 integrantes de la organización que se tenían localizados, manteniendo las gestiones para detener al último de ellos incluso mientras se explotaba la operación.
Así, sobre las 2,00 horas del pasado día 17, más de 200 guardias civiles de distintas especialidades de la Guardia Civil se daban cita en la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz para detener y poner a disposición judicial a estos diez presuntos miembros de la organización, realizándose las entradas en cinco domicilios de Bornos, dos en Arcos de la Frontera y uno en Villamartín.