Un 22 de noviembre de 1963, hoy hace 57 años, cambiaba la historia de los Estados Unidos de América. John Fitzgerald Kennedy, presidente más joven de la historia del país, moría asesinado en Dallas (Texas) mientras daba un paseo en un Lincoln negro descapotable. Aquella mañana un francotirador le quitó la vida a J.F.K. a los 46 años, todo ante la atenta mirada de su esposa Jacqueline y de todos los telespectadores que seguían el evento. “¡Mi marido está muerto! ¡Tengo su cerebro en mis manos!”, exclamaba horrorizada la Primera Dama. El magnicidio, que conmocionó a una nación entera, ha sido retratado desde entonces en un sinfín de películas.
La manera en la que se perpetró el asesinato y la acusación posterior a Lee Harvey Oswald siempre han estado bajo sospecha. Y es que apenas una hora y media después del incidente el principal sospechoso era detenido en posesión del arma homicida: un Manliccher Carcano. Aunque todas las pruebas parecían apuntar a Oswald, que compró el rifle y fue encontrado en el mismo edificio desde el que se efectuaron los disparos, algunos elementos contradictorios hacen desconfiar de la versión oficial a los más conspiranoicos.
Hasta hoy han sido muchas las películas que han intentado aportar algo de luz al asunto, la mayor parte de ellas con un enfoque bien distinto al oficialmente relatado. Como la población no quedó satisfecha en el momento con las explicaciones dadas, la leyenda sobre un supuesto complot oculto fue creciendo cada vez más. Esto también llegó a según qué cineastas, que decidieron plasmar su opinión sobre el magnicidio en el celuloide. Estas que te enumeramos a continuación son las siete películas que mejor pueden ayudarte a comprender algo mejor lo sucedido con J.F.K.
1‘J.F.K.’ (1991)
El oscarizado director Oliver Stone narra el magnicidio de John Fitzgerald Kennedy desde la mirada del fiscal de distrito Jim Garrison. Este personaje, que está interpretado por Kevin Costner, intentó demostrar sin éxito que el asesinato de J.F.K. no era obra de un maniaco solitario como decían, sino que había toda una conspiración detrás.
La película es buena, la interpretación de Kevin Costner sublime y el montaje de Stone espectacular, pero la cinta no resuelve todas las dudas sobre el caso a pesar de durar más de tres horas. Ciertamente es el único pequeño pero que puede tener un filme notable que ganó dos Óscar (uno a la mejor fotografía y otro al mejor montaje) y que obtuvo un gran éxito de taquilla. Oliver Stone ganó además, por este trabajo, el Globo de Oro a Mejor Director.