Hace una década, Frank Cuesta comenzaba sus andaduras por televisión con Frank de la jungla, su propio programa en Cuatro, que Mediaset llevó a cabo durante tres temporadas. En él, podíamos ver al especialista en anfibios sumergirse en el mundo animal y enseñarnos los seres, plantas y animales más increíbles, jamás vistos en la televisión. Sus programas, educativos, a la par que polémicos, fueron seguidos por millones de personas, y Frank Cuesta se convirtió en un personaje público de la noche a la mañana por todos lo que no sabían de su existencia.
Diez años y cuatro programas diferentes después, el veterinario dice adiós a la televisión con el estreno de la última temporada de ‘Wild Frank’ en DMAX. Doce capítulos que ha grabado para Discovery con los que nos acercará por última vez a las zonas más curiosas del mundo, y nos descubrirá a más especies a las que, posiblemente, no poníamos nombre, ni cara. Un adiós que no nos ha pillado por sorpresa, pues hace unos meses daba la noticia de que quería alejarse de la pequeña pantalla para siempre.
La última temporada de ‘Wild Frank’ llegará durante estos últimos meses de 2020 y concluirá a principios de 2021. Así que, estate atento y no te pierdas todo que Frank Cuesta tiene para mostrarnos. Mientras tanto, te dejamos un recorrido por su historia televisiva y algunos de los mejores momentos que nos ha dejado con sus programas.
4La entrada de Yuyee a la cárcel
Frank Cuesta ha luchado contra viento y marea porque su mujer, Yuyee no entrase en la cárcel tailandesa. La pareja vivía en Tailandia cuando ella era detenida por delito de posesión y tráfico de drogas en 2014, una ilegalidad por la que le dieron 15 años de cárcel y una multa de 45.000 euros. Este año, seis después del suceso, el presentador dio la noticia de que ya está fuera. «Creo que han sido 2.345 días muy duros para ella, para nuestros hijos y para mí a nivel personal. Han pasado muchas cosas, enfermedades, mil cosas, pero las hemos podido superar hasta hoy», contaba en un video para YouTube, donde continuará su actividad pública.
Así, contaba como la situación en aquel país no es igual que en los europeos: «Las cárceles en Tailandia no son como Europa. Físicamente no pasa por su mejor momento y psicológicamente tampoco es que esté eufórica», aseguraba. Aun así, contaba que ahora tratará de recuperar el tiempo perdido con sus hijos, y poco a poco pasarán página del mal trago que han tenido que vivir.