En España somos bastante de tomarnos las cosas a la ligera y por ello, algunas veces por comodidad y otras irresponsabilidad, preferimos automedicarnos y pasamos de ir a consulta. Esta es una de las razones que explica el crecimiento de la resistencia a los antibióticos, uno de los problemas mayores a los que se enfrenta la Sanidad en todo el planeta, y que con el auge de la pandemia ha quedado en un segundo plano.
El pasado 18 de noviembre, Día Mundial para la Lucha contra la Resistencia a los Antibióticos, la comunidad médica internacional quiso alertar a la población de los múltiples peligros asociados a una mala ingesta de este tipo de medicamentos. Fernando Simón, portavoz del Ministerio de Sanidad, ya había acudido durante la semana a una de sus regulares ruedas de prensa con un pin con el símbolo que representa al movimiento. El zaragozano quiso tener unas palabras para concienciar a los ciudadanos. La OMS también se pronunció al respecto esta semana. Es una grave cuestión que debemos atajar:
“Los antibióticos salvan vidas y debemos garantizar su eficacia durante el mayor tiempo posible. Algunos pacientes graves con Covid-19 también tienen coinfecciones bacterianas y necesitan antibióticos para sobrevivir. Especialmente ahora en la pandemia, es importante que se establezcan pautas claras para prevenir el uso inadecuado de antibióticos”, aseguraron desde el organismo
2CAUSAS DE LA RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
Cuando hablamos de las causas que provocan esta resistencia a los antibióticos no podemos hablar de alguna en concreto. Son un compendio de razones, entre ellas se encuentran la urbanización, que está asociada a un saneamiento deficiente de las viviendas; la contaminación, la degradación del medio ambiente y los cambios climáticos, que pueden afectar a la incidencia y distribución de las enfermedades infecciosas; y el crecimiento de la población anciana, más expuesta y necesitada de tratamientos hospitalarios.
Pero sin duda la causa más importante es el uso inadecuado de estos fármacos. Tanto por un uso excesivo como por un uso insuficiente.