La vida da muchas vueltas y muchos giros. Nadie en su sano juicio podría poner la mano en el fuego para asegurar lo que estará haciendo dentro de cinco, diez o quince años. Seguramente, si un vidente o un profeta tuviese la capacidad de hacerlo, de predecir nuestro futuro, nos asombraríamos con lo que nos dijese. La historia de Emma García, una de las más míticas presentadoras de Telecinco, es también una historia de una vida que da tumbos y en la que su pasado no encaja para nada con su presente.
La televisión, además, tiene la capacidad de absorber la vida de una persona. Una vez que alguien se convierte en un personaje televisivo más o menos famoso, no nos lo podemos imaginar en otro contexto o situación. A Emma García, por ejemplo, solo podemos verla delante de una cámara presentando “Mujeres y hombre y viceversa” o “Viva la Vida” en las tardes de los fines de semana. Pero también su vida, como la de todos nosotros, ha dado muchas vueltas y García tiene un pasado oculto.
3Vuelta a la televisión
Después del reporterismo de guerra y de la natación profesional, García empezó a labrarse su actual carrera televisiva en el mundo rosa. Sus primeros pasos, como los de cualquiera, no fueron en absoluto fáciles. En sus primeros años como colaboradora de Telecinco García tuvo sus más y sus menos con María Teresa Campos, que por aquel entonces presentaba “Día a día” en las mañanas de Telecinco.
Emma García, pese a ser una recién llegada, ya daba muestras de su talento y la cadena le concedió el programa “A tu lado”, que se emitía por las tardes. Tanto su programa como el de María Teresa Campos iban en la misma línea y trataban la misma temática: Gran Hermano y cotilleos. A la veterana de Telecinco no le hacía ninguna gracia el papel cada vez mayor que tenía García, y se despachó a gusto contra ella refiriéndose de forma despectiva a la “nueva de la casa”. Al final hubo reconciliación, pero la relación no volvió nunca a ser igual.
