Todo el mundo conoce los crepes y probablemente sabrás que proceden de Francia. Se han convertido en uno de los postres principales que se piden en los restaurantes pero hacerlos en casa tampoco es demasiado difícil y te pueden quedar muy ricos. Los puedes hacer tanto salados como dulces pero lo que la gente busca es que la masa se hinche y suba.
Para conseguir esto, te vamos a dar unos trucos que harán que queden perfectos y los disfrutes como si fueran de restaurante. Pueden ser grandes o pequeños, gruesos o delgados, solos o rellenos, se hacen con cualquier tipo imaginable de harina pero el postre francés por excelencia tiene unos elementos básicos con los que se cocina. Su delicada textura y su aroma son la envoltura ideal para casi cualquier comida.
5Ponlos unos encima de otros
Es muy importante la forma en la que mantengas calientes los crepes, dependerá de si queremos que queden tiernas o ligeramente crujientes. Los blandos son mejores para enrollar y doblarlos, porque no se desmigajan, y para ello es mejor apilarlas. Si los preferimos crujientes, lo mejor es conservarlas a horno suave.
Para conservarlos, puedes hacerlo perfectamente en la nevera. Es importante que estén bien fríos antes de meterlos, para que no queden gomosos luego. Apilados y en plástico o papel de aluminio se conservan durante varios días. Debes saber que se conservan congelados durante ocho semanas.