Todo el mundo conoce los crepes y probablemente sabrás que proceden de Francia. Se han convertido en uno de los postres principales que se piden en los restaurantes pero hacerlos en casa tampoco es demasiado difícil y te pueden quedar muy ricos. Los puedes hacer tanto salados como dulces pero lo que la gente busca es que la masa se hinche y suba.
Para conseguir esto, te vamos a dar unos trucos que harán que queden perfectos y los disfrutes como si fueran de restaurante. Pueden ser grandes o pequeños, gruesos o delgados, solos o rellenos, se hacen con cualquier tipo imaginable de harina pero el postre francés por excelencia tiene unos elementos básicos con los que se cocina. Su delicada textura y su aroma son la envoltura ideal para casi cualquier comida.
4Saltear los crepes
Ya engrasada la sartén, retírala del fuego y vierte una cucharada de masa en el centro y otra junto al borde, e inclina la sartén hasta que se junte la masa. Vuelve a ponerla a fuego moderado y haz el crepe hasta que se vuelva opaco y seco por arriba y tenga burbujas de aire por debajo.
Con una espátula, despliégala de la sartén y dale la vuelta. Ya si estás muy inspirado, puedes hacerle saltar por el aire para darle la vuelta. No te preocupes si la primera no te queda bien y se pega a la sartén. Suele pasar cuando la sartén no se usa exclusivamente para hacer este plato. Pero esto es ensayo y error así que coge la masa y haces otra sin problema.
