Una tesis desarrollada en la Universidad de La Rioja ha demostrado que los paisajes con cultivos más heterogéneos (frente a grandes monocultivos) disponen de mayor biodiversidad general de artrópodos y enemigos de las plagas, tras realizar muestreos en olivares, praderas, matorrales y bosques mediterráneo y viñedos.
El mexicano Luis Jiménez García ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja (UR) tras la defensa de su tesis ‘Análisis de la biodiversidad funcional de enemigos naturales de plagas de un paisaje vitícola mediterráneo’.
Dirigida por Vicente Santiago Marco Mancebón, Ignacio Pérez Moreno, de la Universidad de La Rioja; y Daniel Jiménez García, del Centro de Agroecología y Ambiente (BUAP), la tesis ha sido calificada con un sobresaliente por parte del tribunal.
Luis Jiménez García (Atlixco Puebla México, 1981) es licenciado en Biología por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y posee una Maestría en Manejo Sostenible de Agroecosistemas por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
El objetivo de la tesis era evaluar la biodiversidad de enemigos naturales depredadores y parasitoides presentes en viñedo y en otros cuatro hábitats principales (olivar, pradera, matorral mediterráneo y bosque mediterráneo) que, junto al viñedo, forman parte de un paisaje vitícola mediterráneo situado en La Rioja (España).
El trabajo de campo del doctor Jiménez García ha consistido en el muestreo sistemático de artrópodos que actúan como enemigos naturales de plagas (depredadores y parasitoides) en los años 2011 en los cinco hábitats más significativos antes mencionados; y en 2012 y 2013 en 17 puntos en viñedo.
El resultado es la identificación de 28.647 ejemplares de artrópodos pertenecientes a 27 familias que contienen especies depredadoras y parasitoides en viñedo, olivar, pradera, matorral y bosque mediterráneo. Por su parte, en los viñedos se identificaron 8.159 ejemplares de artrópodos pertenecientes también a 27 familias que contienen especies depredadoras y parasitoides.
Esto muestra que los paisajes con cultivos más heterogéneos (frente a grandes monocultivos) disponen de mayor biodiversidad general de artrópodos y enemigos de las plagas, tras realizar muestreos en olivares, praderas, matorrales y bosques mediterráneo y viñedos.
La viticultura que se viene practicando de modo generalizado en los últimos decenios ha traído consigo, entre otros efectos, el establecimiento de grandes zonas de monocultivo, la práctica generalizada del laboreo intensivo, el uso de maquinaria pesada, el empleo de pocos genotipos de vid y el uso recurrente y masivo de productos fitosanitarios.
La aplicación de esta forma de viticultura ha acarreado, entre otras consecuencias, una importante reducción de la biodiversidad de los agroecosistemas vitícolas y, dentro de ella, de la del grupo funcional de los enemigos naturales de las plagas, particularmente, de los pertenecientes al ‘Phyllum Arthropoda’.
En una situación como la descrita, los hábitats seminaturales integrados en los paisajes vitícolas tienen un gran valor al representar reservorios para la biodiversidad, incluida la de aquellos artrópodos que brindan el servicio ecosistémico del control biológico de plagas.