Hace seis años que la Duquesa de Alba -María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart- decía adiós para siempre. Una muerte que lloró toda España, pero que a día de hoy sigue recordándonos a una mujer que hizo todo por su país y por sus familiares, siempre con una sonrisa en su rostro, nunca dejó de hacer lo que más le gustaba: ver mundo y disfrutar de la vida.
A los 88 años de edad, la Duquesa de Alba moría en su casa, en una de sus casas del Palacio de las Dueñas en Sevilla. De lo más moderna, pero a la vez, de lo más tradicional quiso preservar su patrimonio por todos los medios e inculcárselo a sus hijos. Fue muy exquisita con la educación que le dio a sus seis hijos y lo cierto, a pesar de haber tenido más de un encontronazo, han sabido llevar el nombre de su madre con honor.
Moría un 20 de noviembre del 2014, 40 años después de que lo hiciera Francisco Franco y 78 después de que lo hiciera José Antonio Primo de Rivera, unas personalidades que también fueron muy sonadas. Siempre la recordaremos con esa sonrisa que tenía en su rostro en las diferentes galas y eventos que acudía y con esa entrega toda su familia y a sus seres queridos.
Y es que tras varios años de disputa familiar, Cayetano Martínez de Irujo ha conseguido hacer las paces con sus hermanos. Recordemos que todo empezó con la publicación del libro de su vida en el que decía que su relación con la Duquesa era la más especial y contaba detalles de su vida privada que no hicieron gracia a estos, pero que ahora, parece que ya han olvidado. Es ahora cuando todos juntos se encuentran en el mejor momento de su relación y hoy podrán recordar unidos a su madre.