Reserva tu Reservado

Una de las cosas que más nos gustan a los madrileños a la hora de salir es el ‘ver y ser vistos’. Pero a veces, y sobre todo ahora que el distanciamiento social se ha convertido en una prioridad, se agradece encontrar en esos restaurantes que nos encantan espacios privados donde urdir estrategias socioeconómicas, compartir secretos inconfesables entre amigas, entonar un cumpleaños feliz a voz en grito sin molestar a los demás comensales o, simplemente, sentirnos un poquito más COVID free. Busques lo que busques cuando quieres privacidad, aquí proponemos un listado de reservados seguros, acogedores y aptos para todos los gustos, momentos y bolsillos.

HORCHER Y SADDLE. LAS GRANDES MESAS DE PODER

Horcher

Por todos es sabido que la mayoría de los tratos se sellan no en el despacho, sino en torno a un buen plato de comida y que salones como los de Jockey, Horcher y Zalacaín han sido testigos de muchas de las grandes decisiones económicas y políticas que se han tomado en España en el último medio siglo. En la actualidad, recién desaparecido el que fuera el primer tres ellas de la capital, Zalacaín, Horcher (Alfonso XII, 6. 91 522 07 31) continúa siendo una de las grandes mesas de poder en Madrid. Inmutable al paso del tiempo, ofrece una exquisita cocina entroeuropea, un servicio impecable y tres reservados con distintas capacidades: El Salón, La Recepción y Downstairs, escenario este último, de los saraos privados de personalidades como Dalí, Charlie Chaplin, John Wayne o el omnipresente Ernest Hemingway. Por su parte, Saddle (Amador de los Ríos, 6, 91 216 39 36), inaugurado hace un año en el mismo local que ocupó Jockey hasta 2012 y con muchos guiños a su predecesor, cuenta con seis privados tanto para grupos como para parejas –hay un privado de dos– que quieran disfrutar en absoluta intimidad de una experiencia gastro de puro lujo.

CANDELA MADRID. IDEAL PARA NEGOCIOS Y REUNIONES INFORMALES

Candela Madrid

Candela Madrid (Uruguay, 1. 91 457 90 73) abrió sus puertas hace apenas tres meses y ya se ha ganado un merecido hueco en el corazón de los madrileños con una propuesta que recupera la esencia, la calidez y las recetas –como los callos, el rabo de toro, las albóndigas o el bacalao al pilpil– propias de las casas de comidas de siempre. Gracias a la privacidad de sus salones, es frecuentado por la élite económico-empresarial, aunque su situación –en el barrio de Hispanoamérica–, su trato cercano y su excelente relación calidad-precio lo hacen muy atractivo también para familias y grupos de amigos. Además de dos amplios reservados, cuenta con una mesa semiprivada para seis personas con vistas a la cocina.

LÚA. UN CLANDESTINO CON ESTRELLA

Lúa

El orensano Manuel Domínguez ejecuta en Lúa (Eduardo Dato, 5. 91 395 28 53) una cocina de autor atenta a la temporada, basada en el producto y la tradición gallegos y aderezada con técnicas e ingredientes de cocinas foráneas. Amén del punto que le da al pulpo –ingrediente estrella tanto de la informal barra como del comedor distinguido con una estrella Michelin–, uno de los secretos mejor guardados de Lúa es su coqueto privado, que muy pocos conocen y que resulta muy agradable para celebraciones íntimas o encuentros de trabajo.

ALLARD EXPERIENCE. CON EL SELLO DEL CLUB ALLARD

Allard Experience

Allard Experience (Ferraz, 2. 673 838 991), sello al que pertenece el estrella Michelin El Club Allard, dispone de ocho espacios para grupos con capacidades de entre seis hasta 150 comensales. Se ubican en el mismo edificio de estilo modernista que alberga el restaurante, la Casa Gallardo, y ofrecen techos de hasta cuatro metros de altura y grandes ventanales que aportan luminosidad. En lo gastronómico se puede optar por distintos menús de mediodía a 28 € (de lunes a viernes desde las 13:30 h), menús de grupos para las cenas desde 55 € o las experiencias gastronómicas ideadas por el chef de El Club Allard, José Carlos Fuentes, con precios a partir de 105 €.

PAPÚA COLÓN. ALEGRÍA PARA EL BODY

Papúa Colón

Puro optimismo es lo que se respira al entrar por la puerta de Papúa Colón (plaza de Colón, 4. 91 576 68 97) tanto por su exótica y colorida decoración –inspirada en Papúa Nueva Guinea– como por el hecho de que en plena pandemia sigan abriendo nuevos conceptos que animen el panorama gastro madrileño. Su reservado tiene capacidad para hasta doce personas –ahora seis, por normativa– y acceso privado y es ideal para pasar un buen rato entre amigas/os por el buen rollo que contagia el local, su divertida propuesta culinaria y su amplia carta de cócteles, que invitan a viajar, ahora que no se puede de otra manera, con el sentido del gusto.

GURU LAB. EL LABORATORIO CREATIVO DE DIEGO CABRERA

Guru Lab 029

Guru Lab es eltaller de investigación y desarrollo creativo del barman Diego Cabrera y su equipo; el lugar donde nacen las ideas que dan forma a la propuesta de sus dos coctelerías: la icónica Viva Madrid y Salmon Guru, situada en el puesto 22 de la lista de los 50 mejores bares del mundo. Pero también es un espacio semiclandestino que puede reservarse para eventos privados. Se accede con código desde la calle Echegaray previa reserva (administracion@twistdenaranja.com) y está concebido como una cocina tipo americana, con zona de trabajo y una gran mesa corrida para hasta 20 comensales –aunque el aforo se adapta a lo permitido por las autoridades en cada momento– porque según explica su creador «cuando das una fiesta en casa, la cocina es donde pasa lo mejor». Pueden organizarse desde talleres y master-classes, catas y experiencias sensoriales, hasta cenas maridadas con coctelería.

LA MARUCA, FISMULER, SALINO Y KAPPO. PARA VER SIN SER VISTOS

Fismuler Madrid

Otros restaurantes tienen opción de mesas semiprivadas en las que disfrutar de cierta intimidad sin dejar de evadirse del todo del ambiente de la sala. Es el caso, por ejemplo, de La Maruca de Velázquez (Velázquez, 54. 91 781 49 69), un restaurante con el sello de calidad y regularidad del grupo de origen cántabro Cañadío; del siempre animado Fismuler (Sagasta, 29. 91 827 75 81) de Nino Redruello; de Salino (Menorca, 4. 91 214 16 82), el último proyecto de los hermanos Aparicio –Cachivache y La Raquetista–, situado junto al Retiro; y de Kappo (Bretón de los Herreros, 54. 91 042 00 66), el sublime japonés de Mario Payán.