La selección de Colombia conmocionó a toda Sudamérica tras su penosa actuación en esta doble fecha de eliminatorias al Mundial de Qatar 2022. Y es que se puede perder, porque en el fútbol cualquier selección puede darle batalla a otra, pero no de la forma tan humillante que lo hizo el combinado cafetero en sus dos encuentros. La presión que hubo en el ambiente tras esos dos mazazos parece que no dejó bien paradas a algunas de las figuras del equipo, que al final acabaron llegando a casos extremos; tal como habría sido el caso de James Rodríguez.
Algunos medios en Colombia conmocionaron a todo el mundo al afirmar que el ambiente ya estaba enrarecido tras caer contra Uruguay por muchos errores infantiles y de conceptos básicos (0-3); pero la abultada derrota ante Ecuador (6-1) terminó de echar por los suelos la credibilidad de un Carlos Queiroz, al cual están meditando destituir pronto, y también la cordura del mediapunta del Everton que habría llegado a pelearse en el vestuario con Jefferson Lerma.
Con Lerma llegó a los puños
En el país sudamericano los análisis respecto al pobre juego de los cafeteros y sus dos derrotas fueron rápidamente opacados por los rumores de que el técnico portugués sería despedido y de la pelea en la que estuvieron involucrados James Rodriguez y Lerma. El partido ante Ecuador dejó muchas heridas, pero para el capitán colombiano una de las causas de la derrota fue la pasividad con la que defendieron sus compañeros y en eso se enfrascó en el vestuario.
James Rodríguez pidió más esfuerzo y más movimientos de sus compañeros en el campo, pero fue evidente que no le prestaron atención; ante eso hizo lo propio en el camerino, aunque un poco más fuerte y con uno de las que más se las tuvo tiesas fue con el centrocampista del Bournemouth. Tal fue el pleito que llegaron a los puños y tuvieron que ser separados por el resto de sus compañeros. La imagen del mediapunta como capitán quedó muy cuestionada; pero también su actitud en el campo fue de las peores al no poder levantar el mal accionar de los suyos.
Una estrella que se apaga
Si bien muchos cuestionaron el planteamiento armado por Queiroz, una de las figuras que más perjudicadas salió fue la de un James Rodríguez del que siempre se espera más en la selección y últimamente deja mucho a deber. El jugador colombiano no brilla desde hace mucho con Colombia y ya se cuestiona su implicación con la selección en la que baja considerablemente el nivel cuando llega.
Además, también se habla de que el tiempo de ostracismo en el Real Madrid le ha pasado factura; porque aunque hizo unos buenos partidos en su llegada a la Premier League con el Everton, ahora no ha podido emular esas primeras actuaciones en su nuevo equipo. Por ahora Colombia no pasa por una buena situación y el liderazgo de James Rodríguez queda en entredicho. A pesar de que ya el jugador emitió un comunicado desmintiendo la pelea, mucho más tendrá que hacer para revertir esta mala imagen que tanto él como el equipo han dejado.