Cómo hacer una bechamel que quede suave

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La bechamel es una de las típicas salsas francesas, se caracteriza por una textura cremosa y, en su mayoría, se utiliza para gratinar alimentos y para hacer rellenos de alimentos. Sin embargo, quizás muchas veces no te haya quedado todo lo suave y sedosa que tú querías ya que es algo complicado pillarle el punto.

El control del tiempo de la cocción, la temperatura a la que has de verter la leche o si debes guardar la salsa una vez hecha son algunos de los trucos que te servirán para realizarla de manera perfecta y que quede suave.

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No eches la leche de golpe ni demasiado fría

bechamel leche

Tras realizar el roux, tendrás que introducir la leche en la receta. Eso sí, antes de esto, tendrás que haberla hervido para que esté caliente. Empieza vertiendo un poquito, unos 200 ml, y mézclalo para que se vaya haciendo todo a una temperatura suave. Haciéndolo así, evitarás esos grumos tan molestos.

Después, remueve suavemente la mezcla con unas varillas y cuando hayas conseguido una masa homogénea, echa el resto de leche y sube el fuego. Tras esto, cuenta hasta 10 y la apartas del fuego ya convertida en una crema suave y sin ningún grumo.