Cómo hacer una bechamel que quede suave

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La bechamel es una de las típicas salsas francesas, se caracteriza por una textura cremosa y, en su mayoría, se utiliza para gratinar alimentos y para hacer rellenos de alimentos. Sin embargo, quizás muchas veces no te haya quedado todo lo suave y sedosa que tú querías ya que es algo complicado pillarle el punto.

El control del tiempo de la cocción, la temperatura a la que has de verter la leche o si debes guardar la salsa una vez hecha son algunos de los trucos que te servirán para realizarla de manera perfecta y que quede suave.

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Estate atento cuando cocines la mantequilla y la harina

Cómo hacer una bechamel que quede suave

Debes ser muy cuidadoso a la hora de realizar este paso, el llamado roux, ya que es la base de tu salsa. Para ello, coloca la mantequilla en una olla pequeña, ponla a fuego lento y, cuando esté fundida, vierte la harina. Si quieres que quede muy fina y suave y tienes un tamizador, la puedes pasar por él para asegurarte que sea muy fina.

Tienes que hacer que la mantequilla se vaya deshaciendo poco a poco y se vaya integrando con la harin. No lo remuevas mucho pero estate pendiente y controla la cocción para que no se queme, con unos 5-8 minutos estará bien. Así, la grasa de la mantequilla irá cocinando la harina.