Bertín Osborne es un ejemplo depurado de eso que podríamos llamar un macho ibérico. Un hombre de pelo en pecho, que se define a sí mismo como una persona “sin complejos” y que da su opinión sobre cualquiera cosa que se le ponga por delante. Este madrileño de 66 años lleva casi cuatro décadas teniendo una presencia más que notable en la vida pública. Como cantante, tertuliano, presentador de televisión…Osborne, sin miedo, le da a todo lo que le pongan por delante.
Y, como es normal, tanto tiempo en primera línea le ha dado para soltar más de dos y más de tres burradas. Bertín Osborne es un hombre controvertido, y despierta pasiones encontradas y enconadas. Unos lo aman y otros no lo pueden ver delante. Posiblemente esa es exactamente la clave de su éxito. Ya se sabe el famoso lema: lo importante es que hablan de ti, ya lo hagan bien o lo hagan mal. Y no cabe duda de que este cantante de rancheras reconvertido en entrevistador y polemista ha seguido al pie de la letra ese dicho.
5Bertín no pide perdón
Parte de su carácter y de su personalidad pasa por no pedir disculpas ni reconocer que pueda haberse equivocado. Los que se equivocan, para Bertín, son siempre los demás. “Parece que estamos en un país de gilipollas con las cosas que se dicen, yo no he sido machista en mi puñetera vida y el que lo crea, que le den por el saco, que a mí me da igual”. Y punto pelota. Así es como soluciona Bertín Osborne sus problemas, que no tiene ningún problema en apropiarse de los calificativos que le endilgan sus enemigos.
“Sí, me declaro un macho ibérico, trabajador, honesto y solidario. No hago daño a nadie y me gusta España, los toros, el vino, la paella, el flamenco y los catalanes”, escribió en un artículo en el diario La Razón. Y es que Osborne le va la vida en la cultura mediterránea, y pocas cosas deberían ser más importantes en su país ideal: “Los políticos tienen la obligación de conservar los toros, la playa, la paella el turismo… Si no, seríamos como los daneses ”.