La ingeniera biomédica española, Judit Giró, se ha alzado con el premio James Dyson Award 2020 gracias a ‘The Blue Box’ (la caja azul), un dispositivo biomédico que permitirá en un futuro a las mujeres realizarse una prueba de cáncer de mama en casa, sin dolor, sin radiación y de bajo coste.
The James Dyson Award ha desvelado los dos premios internacionales de la presente edición de su concurso, que reconoce por primera vez con el premio mundial a un proyecto español, ‘The Blue Box’, un dispositivo biomédico que en un futuro será capaz de diagnosticar el cáncer de mama a través de la orina.
El segundo galardonado internacional, Carvey Ehren Maigue, de Filipinas, se ha alzado con el premio a la Sostenibilidad con su invento ‘AuREUS’, un sistema que convierte la luz ultravioleta en energía renovable usando la cosecha desechable. Ambos recibirán el premio de 35.000 euros y 5.000 euros adicionales para la Universidad de Barcelona.
La décimoquinta edición de los galardones se ha desarrollado en el marco de la crisis mundial generada por la pandemia de coronavirus. Aun así, ha tenido «el mayor número de participantes» de su historia, que han presentado 1.800 proyectos, como informa la compañía en un comunicado.
En España se recibieron un total de 67 proyectos, entre los que se encontraba ‘The Blue Box’, de la ingeniera biomédica Judit Giró. Este invento fue seleccionado por el jurado nacional como finalista y a nivel internacional, los ingenieros de Dyson decidieron incluirlo, junto a los otros 81 proyectos internacionales, en la lista del Top 20. Finalmente, fue el propio Sir James Dyson -fundador e ingeniero jefe en Dyson- quien lo seleccionó como ganador internacional.
«Judit combina las últimas tecnologías en el campo informático para crear un producto holístico y con un diseño de calidad que resuelve un problema real y puede beneficiar a muchas personas», ha declarado Dyson.
El fundador de la compañía ha resaltado «lo bien que funcionan» los sensores de inteligencia artificial de ‘The Blue Box’ para trabajar como un dispositivo electrónico en coordinación con una aplicación.
REDUCIR LA EXPOSICIÓN A LA RADIACIÓN DE LAS MAMOGRAFÍAS
Judit Giró tiene 24 años y es de Tarragona. Estudió la carrera de Ingeniería biomédica en la Universidad de Barcelona, y prosiguió su formación en la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos), con el máster en Embedded Cyber-physical Systems.
La capacidad de los perros de detectar el cáncer en las personas -pueden olerlo- despertó el interés la ingeniera por investigar sobre esta enfermedad. El punto de partida de su trabajo se basó en la evidencia de que el cáncer produce cambios metabólicos en la fisiología humana, alterando así el sabor, la textura, el olor o la forma del cuerpo.
Giró se propuso usar su ingeniería para reproducir la fisiología del perro en un microprocesador Arduino y un par de sensores; y traducir la corteza olfativa del cerebro en un fragmento de código Python.
Fue el diagnóstico de su madre de cáncer de mama lo que terminó por dirigirla hacia este área. En Estados Unidos, cursando el máster, la ingeniera se dio cuenta de que hay una necesidad global de mejorar el proceso de detección del cáncer de mama para que sea menos invasivo y más accesible.
Actualmente, la detección requiere que las mujeres acudan a hospitales o instalaciones médicas y se sometan a un procedimiento incómodo, a veces doloroso, y a menudo costoso. Esto conlleva que, en algunas ocasiones, las mujeres dedican saltarse este proceso.
Precisamente, con ‘The Blue Box’, Giró ha inventado un dispositivo con el que se puede diagnosticar el cáncer de mama a través de la orina, sin dolor, sin la radiación de la mamografía -sobre todo de las revisiones- y de bajo coste, gracias a la Inteligencia Artificial.
DOS PROTOTIPOS Y UNA CLASIFICACIÓN DEL 95%
En octubre de 2017, la ingeniera comenzó el desarrollo del primer prototipo de ‘The Blue Box’ como trabajo final de grado. Fue testeado en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus con muestras de orina de pacientes con cáncer de mama metastásico -cáncer recurrente-. La clasificación de las muestras se logró con una sensibilidad del 75 por ciento.
Si el comité ético de la Universidad de California aprueba el protocolo, se podrían empezar a recoger muestras de orina de pacientes antes de que éstas siquiera sean diagnosticadas. Este estudio permitiría conocer la capacidad de diagnóstico real en pacientes con tumores de mama en un estadio más inicial y así, brindar a todas las mujeres del mundo la posibilidad de evitar un cáncer de mama en estadio avanzado.
En California, la ingeniera ha desarrollado un segundo prototipo que incorporó por primera vez la inteligencia artificial, logrando una clasificación del 95 por ciento. Espera que en un par de años el proyecto esté en la etapa de prototipo final, preparado para estudios en humanos y ensayos clínicos.
«The Blue Box tiene el potencial de hacer que la detección del cáncer de mama sea una parte de la vida cotidiana. Puede ayudar a cambiar la forma en que la sociedad lucha contra el cáncer de mama para asegurar que más mujeres puedan evitar un diagnóstico avanzado», asegura Giró.