Dos estudios de investigadores y colaboradores de la Universidad Estatal de Kansas (Estados Unidos) han llevado a dos importantes hallazgos relacionados con la pandemia de COVID-19: los gatos domésticos pueden ser portadores asintomáticos del SARS-CoV-2, pero es «poco probable» que los cerdos sean portadores significativos del virus.
«Otras investigaciones han demostrado que los pacientes humanos infectados con COVID-19 están transmitiendo el SARS-CoV-2 a los gatos; esto incluye a los gatos domésticos e incluso a los gatos grandes, como los leones y los tigres. Nuestros hallazgos son importantes debido a la estrecha asociación entre los humanos y los animales de compañía», explica uno de los líderes del estudio, Jürgen A. Richt.
En su trabajo, publicado en la revista ‘Emerging Microbes & Infections’, encontraron que los gatos domésticos pueden no tener signos clínicos obvios de SARS-CoV-2, pero aún así liberan el virus a través de sus cavidades nasales, orales y rectales y pueden propagarlo eficientemente a otros gatos en un plazo de dos días. Se necesitan más investigaciones para estudiar si los gatos domésticos pueden propagar el virus a otros animales y a los seres humanos.
En el estudio sobre los cerdos, los investigadores descubrieron que los cerdos infectados por el SARS-CoV-2 no son susceptibles a la infección del SARS-CoV-2 y no parecen transmitir el virus a los animales de contacto. «Los cerdos desempeñan un papel importante en la agricultura, por lo que es importante determinar la posible susceptibilidad del SARS-CoV-2 en los cerdos. Nuestros resultados muestran que es poco probable que los cerdos sean portadores significativos del SARS-CoV-2», argumenta Richt.
Los investigadores planean más estudios para comprender la transmisión del SARS-CoV-2 en gatos y cerdos. También tienen como objetivo estudiar si los gatos son inmunes a la reinfección del SARS-CoV-2 después de haberse recuperado de una infección primaria de SARS-CoV-2. «Esta investigación es importante para la evaluación de riesgos, la aplicación de estrategias de mitigación, el tratamiento de cuestiones de bienestar animal y el desarrollo de modelos animales preclínicos para la evaluación de fármacos y vacunas candidatas a COVID-19», concluye Richt.