La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha revelado este jueves que rechazó una petición para prestar instalaciones militares que estaban ocupadas para la acogida de inmigrantes que llegan a las costas de Canarias y ofreció la instalación de campamentos en otras sedes que estaban sin usar.
En la base de Retamares en Madrid, Robles ha explicado que el Defensa no tiene competencias en materia migratoria y por ello su responsabilidad se limita a la ayuda que puedan solicitar otros ministerios o las instituciones canarias.
«Cuando en su momento se planteó que se prestaran instalaciones militares en uso se entendió que eso no era procedente porque hay un peligro obvio para los migrantes», ha apuntado explicando que a cambio se ofreció «una función más humanitaria» poniendo a disposición de las autoridades otras instalaciones «en desuso».
En concreto, el Ministerio de Defensa ha cedido a los Ministerios de Interior y de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones las propiedades de Barranco Seco y antiguas instalaciones del Canarias 50 (Gran Canaria), Las Canteras (Tenerife) y El Matorral (Fuerteventura) para que las acondicionen para hacer frente a la crisis migratoria.
Con este mismo fin también se ha cedido provisionalmente el acuartelamiento de Las Raíces (Tenerife) y el Ejército de Tierra ha instalado un campamento con 800 plazas disponibles en un antiguo polvorín en Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de aliviar la presión que sufre el municipio de Mogán y el Muelle de Arguineguín.
Robles cree que Canarias está sufriendo «un drama humanitario» del que no se puede hacer utilización «política ni partidista» y compete a todas las administraciones implicarse para darle la mejor solución posible.
«Ante un drama humanitario nadie puede mirar para otro lado. Defensa va a actuar con finalidad humanitaria que es en aquello que tenemos competencia», ha garantizado.