Dormir, como muchos sabemos nos aporta grandes beneficios y a su vez es imprescindible. En el momento que nos vamos a la cama, la mente es la encargada de ocuparse de los sueños mientras que el cuerpo se apaga. Nuestro organismo se encuentra trabajando hasta en la etapa más profunda del sueño.
En el transcurso de la noche y según explica la Fundación Nacional del Sueño: «nuestro cerebro recibe un gran impulso energético y se activa, cae nuestra presión arterial, la respiración se ralentiza, las hormonas del crecimiento son liberadas y los músculos se relajan».
4Inesperados saltos, sacudidas y tirones
Seguro en algún momento, acabas de conciliar nuevamente el sueño pero de forma repentina das como una especie de un salto o sientes que te caes por un vacío. Esto pasa de manera frecuente en muchas personas, no es nada peligroso.
Se trata de un extraño fenómeno que ocurre solo en el momento en la cual estamos dormidos. Esto se debe a la preparación de nuestro cuerpo respecto a los cambios que puede experimentar durante el sueño. Aquí las funciones se hacen más lentas y en ciertas ocasiones, nuestro cerebro interpreta ese cambio como si se tratara de una caída, por ello la reacción.
Ahora bien, si eres una de las personas que les encanta dormir abrazados con su pareja, entonces lo mejor sería dormir algo separados. Correrías el riesgo de asustarlo y despertarlo con estas sacudidas inesperadas.