Sobre los hombros de Rafael Nadal hay una gran presión, porque en este año atípico ha tenido la oportunidad de obtener algunos títulos que aún no figuran en su palmarés y que lo ayudarían a tener ventaja en esa carrera por ser el mejor de la historia, pero que por cansancio o lesiones inoportunas se le han escapado. Sin embargo, con más descanso y mejor forma física ha llegado más animado a este final de temporada, aún así la primera bala falló y perdió en el Masters 1000 de París; ahora tiene en la mira ese segundo título que le falta, aunque ya camina en el alambre para obtenerlo: las Finales de la ATP.
Convertirse en un campeón de la Copa de Maestros es una de las grandes gestas que no ha podido ganar el español y en este 2020 tiene una buena oportunidad de alcanzar la gloria. No obstante, el camino ya se le ha torcido a las primeras de cambio; por lo que mucho tendrá que luchar primero para alejar las dudas que se puedan estar generando en su cabeza y segundo para conseguir el triunfo que lo meta en la pelea nuevamente.
4La presión de no haber ganado este torneo
Entre las cosas más importantes que podría tener Nadal en la cabeza es la presión de que este es uno de los torneos que jamás ha podido ganar en sus casi 20 años de carrera profesional. El palmarés del balear está repleto de historias épicas y grandes trofeos, pero siempre le ha faltado ese último aliento para obtener este evento al final de cada temporada en el que participan los ocho mejores sembrados en el ránking ATP. Sin tantos torneos en sus piernas, menos cansado y animado tras su tremendo triunfo en Roland Garros, esta pinta como una buena oportunidad para por fin ganarlo.
Por lesiones y fatiga ha perdido allí en muchas oportunidades y en solo dos ha podido llegar a la final, en el 2010 y el 2013; pero en ambas ha caído a manos de sus dos grandes rivales: la primera ante Roger Federer (3-6, 6-3 y 1-6) y la segunda contra Novak Djokovic (3-6 y 4-6). La capacidad para seguir en carrera aún está en su poder, pero tendrá que darlo todo contra el griego para clasificar a las semifinales. Ya el Masters 1000 de París se le escapó y no quiere perder una buena oportunidad de alzar esa ansiada Copa de Maestros que aún no tiene.