Google ha desarrollado un modelo de aprendizaje automático, llamado Chimera Painter, que es capaz de convertir bocetos muy básicos realizados en programas como PS Paint en diseños 3D realistas de diferentes tipos de monstruos.
Esta herramienta de Inteligencia Artificial (IA) sustituye decisiones y tareas repetitivas de artistas e ilustradores, como la incorporación de elementos y de texturas, y permite que los profesionales personalicen sus resultados, que pueden utilizarse en videojuegos.
«Un modelo de aprendizaje automático que actúe como un pincel podría reducir la cantidad de tiempo necesario para crear arte de alta calidad sin sacrificar las decisiones artísticas, quizás incluso mejorando la creatividad», ha asegurado Google en un comunicado.
Chimera Painter utiliza, en su prototipo, un funcionamiento a través de etiquetas, en el que los diseñadores pueden seleccionar qué formas corresponden a las alas de las criatura y cuáles a las garras, por ejemplo, y con un botón de ‘transformar’ para aplicar los cambios. Es capaz de reducir el tiempo necesario para crear múltiples diseños similares de una misma criatura.
La tecnología de Google se basa en un algoritmo de aprendizaje automático que funciona mediante dos redes generativas adversarias (GANs) trabajando a la vez: una para generar las imágenes y otra para valorar si son adecuadas para el dibujo.
Para entrenar al algoritmo, los desarrolladores utilizaron una base de datos de modelos de monstruos en 3D, segmentando a cada uno de ellos según las diferentes partes de su anatomía y utilizado diversas especies de criaturas.
El modelo de Google emplea el motor gráfico Unreal Engine, de Epic Games, para generar automáticamente distintos tipos de fondos de imagen, posturas de las criaturas y texturas múltiples, y su funcionamiento dividido por partes del cuerpo asegura que la imagen resultante tenga coherencia física.
Utilizando este sistema, los artistas han sido capaces de generar 10.000 imágenes y mapas de segmentación funcionales de monstruos en 3D, empleando para cada uno de ellos aproximadamente 20 minutos, una reducción sustancial con respecto al trabajo habitual de los diseñadores.