Melani García y su Marte dejaron el listón de Eurovisión Junior en lo más alto. A sus 12 años, la artista consiguió el tercer puesto en el certamen musical, celebrado en noviembre del año pasado en Polonia, y acumulando 212 puntos a su favor. Una cifra que la colocó entre las mejores actuaciones de la noche y con la que volvió a España muy contenta y con ganas de comer helado, así como ella misma aseguró en una entrevista para RTVE nada más terminar el concurso.
El certamen anual, que se celebrará el próximo domingo 29 de noviembre, será la sexta convocatoria en la que participará nuestro país, una posición que ya ocuparon Maria Isabel, Sergio, Antonio José, Dani Fernández, Melani, y que este año tendrá en su poder Soleá. La pequeña, de 9 años, tiene el arte de nacimiento. Soleá ha subido a escenarios con artistas de renombre como Pitingo o Ketama, y ahora se atreve a enfrentarse ella sola a Eurovisión Junior con Palante, un tema de lo más cañero que hará bailar a todos los países.
Así, este año Melani García se convierte la portavoz del jurado de Eurovisión 2020. Un puesto que comparte con otros cinco miembros y con el que analizarán la actuación de Soleá y mandarán toda la energía que necesitan a la representante y todo el equipo. Te contamos quién es el jurado y te damos algunos detalles para que les pongas cara y voz.
3Jaime Terrón
Componente del grupo musical Melocos, que hace más de una década llegó a los primeros puestos de las listas de éxitos del país, con temas como Cada golpe o Cuando me vaya, Jaime Terrón lleva ligado a la música desde que era pequeño. Tras cientos de conciertos, varios discos y premios, en 2014 Jaime decidió comenzar su carrera en solitario, con la que no tuvo tanto éxito pero logró hacerse un hueco en un estilo más comercial y menos ligado al rock.
Aunque ha estado alejado de los focos durante varios años, desde que la banda decidió diluirse, ahora vuelve a las andadas como jurado de Eurovisión Junior 2020. Además, este año, para rememoras sus años de éxito, Melocos volvió a unirse para celebrar tres conciertos con los que pretendían hacer mención a su pasado y cantar los temazos que tantos buenos momentos les trajeron finales de la primera década de los 2000 y principios de la segunda, aunque esta vez sin la presencia de Antonio Suárez, el bajista.
