La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, ha entregado este miércoles al director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez, un fragmento de la jamba del armario en el que permaneció encerrado el empresario soriano Publio Cordón durante su secuestro por los GRAPO en 1995. La jamba incluye marcas escritas por el empresario con las que iba señalando las semanas y los días que llevaba privado de libertad.
La entrega de la jamba ha tenido lugar en un acto celebrado en la sede del Centro Memorial de Vitoria, al que también han asistido Pilar Muro, viuda de Publio Cordón, y una de sus hijas. La familia, por su parte, ha cedido al Memorial una carta manuscrita escrita por el empresario –cuyo cuerpo sigue sin aparecer– durante su cautiverio y enviada a su madre.
Las dos piezas, la carta y la jamba, se exhibirán juntos en una vitrina situada en el área del Memorial dedicada a los secuestros de organizaciones terroristas.
María Gámez ha dicho que esta visita es señal de su «respeto a las víctimas y a la memoria de este país». Por su parte, la directora general de la Guardia Civil ha reivindicado «el papel extraordinario» de la Guardia Civil en la lucha contra el terrorismo y ha recordado que ha sido el cuerpo policial «más castigado», sobre todo por ETA.
Asimismo, la directora general de la Guardia Civil ha asegurado que el instituto armado seguirá trabajando para localizar el cuerpo de Publio Cordón.
El director del Centro Memorial, por su parte, ha agradecido a María Gámez y a la familia Cordón la cesión de la jamba y de la carta, y ha afirmado que la presencia de ambos elementos tan personales en la exposición «humaniza» el recuerdo del empresario secuestrado, símbolo de todas las víctimas del terrorismo que han sido objeto de cautiverio por parte de grupos terroristas.
En este sentido, ha recordado que un total de 164 ciudadanos españoles han sido secuestrados por grupos terroristas entre 1970 y 2016. En la carta enviada a su madre, el secuestrado señala: «Se que sufres mucho, que rezas mucho, pero esto también pasará, esto es consecuencia del premio al esfuerzo, pero no lo vemos en el afán de trabajar y crecer. Ahora, y ya hace algún tiempo, que me di cuenta, pero en la vida no hay marcha atrás. Siempre sigue, pero todo acabará bien y como una experiencia más».
SECUESTRO
Un comando de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) capturó al empresario del sector sanitario privado cuando salía de su domicilio en Zaragoza el 27 de junio de 1995. Publio Cordón fue introducido en un vehículo y trasladado a un apartamento en la comuna de Bron, en la ciudad francesa de Lyon.
En el piso, ubicado en el número 5 de la Rue de la Batterie, el directivo fue encerrado en un armario empotrado de 1,71 metros de largo por 1,21 metros de ancho, previamente acondicionado para ello. Los terroristas consiguieron de la familia Cordón Muro el pago en París de un rescate, en agosto de 1995, pero los terroristas mintieron con el paradero del empresario, del que aseguraron en dos ocasiones que sería liberado y más tarde que había sido puesto en libertad.
Sin embargo, años más tarde, un miembro del grupo terrorista confesó que Cordón había muerto cuando intentaba huir y había sido enterrado en una zona cercana al monte Ventoux. Las inspecciones realizadas por la Policía francesa y la Guardia Civil en la zona donde supuestamente fue enterrado el cuerpo de Cordón, no dieron resultado por lo que todavía, hasta el día de hoy, los restos del empresario siguen en paradero desconocido.
Entre 2008 y 2009 la Guardia Civil investigó y buscó en Francia el cuerpo de Publio Cordón, siguiendo las pistas ofrecidas por uno de los secuestradores. En julio de 2012, la Benemérita practicó nuevas detenciones relacionadas con el caso y consiguió identificar la vivienda de Bron-Lyon con el armario-zulo en el que los agentes encontraron pruebas del paso por allí del malogrado empresario.
Durante su cautiverio, el presidente de Previasa y el Grupo Quirón efectuó en la jamba del armario una serie de muescas de números y letras que, pruebas caligráficas y de ADN posteriores del Servicio de Criminalística del Cuerpo, determinaron que la víctima había permanecido allí y había intentado contar con esas marcas los días del secuestro.
Esta jamba, junto con el informe pericial, fue utilizada en 2018 en el juicio contra los terroristas que presuntamente participaron en el secuestro siendo condenados por ello José Antonio Ramón Teijelo y María Victoria Gómez. En total, fueron siete las personas condenadas por este secuestro.
La Guardia Civil custodió desde entonces esa jamba que hoy ha entregado su máxima responsable al Centro Memorial. Tras la entrega, la directora general y los familiares de Publio Cordón, acompañados por su abogado, han visitado el edificio que albergará el primer museo y archivo dedicado a las víctimas del terrorismo en Europa.