Por qué existen los años bisiestos

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El mundo es un completo mar de secretos. Y es que sí, cada cosa que nos rodea tiene una enorme significación que solemos escuchar a diario, pero realmente no conocemos en un sentido amplio su procedencia. Seguramente has oído hablar en diversas oportunidades sobre los años bisiestos. De hecho, los abuelos y las personas mayores son las que más conocimientos suelen tener de este tipo de contenidos.

Ante un población muy pegada a las tecnologías, la ciencia siempre ha ido desvelando los detalles que vienen relacionados al universo y todo aquello que nos rodea. Si con el calendario en sí tenemos un sinfín de curiosidades, con los años bisiestos todavía hay más por descubrir. Siempre es bueno tener muy claro este tipo de conceptualizaciones, ya que hay un dicho que dice que el conocimiento es poder, y si ese poder podemos usarlo para avanzar por el camino del bien, la verdad es que no debemos dudarlo ni un instante. Si eres amante de las curiosidades, este artículo va perfectamente contigo, así que quédate hasta el final.

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El día adicional

En los años bisiestos podemos ver el día extra, y sí, es el 29 de febrero que llega a arreglar este desfase temporal. Se dice que fue colocado en este mes, porque dentro del calendario anual era el mes más corto de todo. Cabe destacar que el calendario juliano que fue originario de Julio César, decidió hacer un ajuste importante en el calendario. Este vino de 354 a 365 días.

Sucede que los 11 días que fueron puestos en evidencia decidieron distribuirlos en los doce meses. Estos vendrían siendo los días 30 y 31 que conocemos en tiempos modernos. Como dato vinculante, el último mes de ese calendario que era precisamente febrero, quedó sin días por incluir, y cuando se hizo el cambio al calendario gregoriano, febrero vino a representar el segundo mes del año en cuestión.