La hipotensión o la presión sanguínea baja puede ser un marcador de buena salud; sin embargo, si ocasiona síntomas adversos, esto no es así. De tanto que nos preocupamos por los daños de la tensión alta, nos olvidamos que el otro extremo puede ser igual de peligroso.
Por eso, si has sentido malestar debido a la tensión baja, es necesario subirla un poco.
Qué es la presión sanguínea
La presión sanguínea es la que causa la tensión alta o baja. Esta se refiere a la fuerza con la que tu sangre golpea las arterias cuando esta corriendo para llegar a casa uno de tus órganos.
Si la presión es muy alta, es como cuando un chorro de agua va con una fuerza exorbitante en una tubería: tarde o temprano se romperá. Y eso es algo que le puede pasar a tus arterias, por eso suceden los infartos y otras complicaciones del tipo cardíaco.
Ahora bien, si la tensión es baja, será como cuando no llega el agua a tu grifo: la sangre no estará llegando con propiedad a los órganos y esto provoca otra clase de complicaciones.
Si tu medida de tensión es inferior a 90/60mmHg se considera que está baja. Si te causa con frecuencia los siguientes síntomas, estamos ante un problema médico que hay que resolver.
Síntomas de hipotensión
- Mareos repentinos
- Sensación de que estás aturdido
- Tu vista se nubla o de plano ves todo en negro de repente.
- Cansancio o fatiga sin razón aparente
- Te cuesta concentrarte.
- Tu piel está muy fría y pálida
- Más de una vez has estado a punto de desmayarte o has sufrido un desmayo.
- Cada vez respiras más débilmente y rápido
De todos modos debes consultar a tu médico en caso de que hayas presentado este cuadro sintomático, porque si bien pueden ser signos de tensión baja, también lo pueden ser de otras afecciones.
Causas de la tensión baja
También identificar qué es lo que nos baja la tensión nos puede ayudar para paliar este mal, pues basta con arreglar el origen y tenemos. Las causas más comunes son:
- Deshidratación: sí, la baja ingesta de agua provoca que el cuerpo de tu sangre no sea tan líquido como para fluir libremente por tus arterias.
- Postura: ¿te ha pasado que estuviste mucho tiempo sentado, te paras de repente y sientes que la vida se te viene abajo? ¿O se te nubla la vista? Pues a eso se le considera hipotensión ortostástica o postural. Esta debería durar unos minutos, pero si los efectos duran mucho y más hasta que te lleven a un desmayo, es signo de una constante presión baja que se acentuó con este tipo de hipotensión.
- Medicamentos como ansiolíticos. Deberás consultar con tu médico qué medicinas están afectando tu tensión arterial.
- Alimentación deficiente. Así como la deshidratación es una causa, también lo es la falta de alimentación, lo que te puede provocar no solo hipotensión, sino anemia.
- La edad. Al envejecer las arterias pierden su elasticidad, por lo que la presión va disminuyendo.
Formas de subir la tensión
Hay maneras «caseras» que podemos poner en práctica para subir la tensión. Que son básicamente tomar las contraindicaciones que les han dado a los hipertensos y hacerlas. Claro, todo en su justa medida:
- Cruzar las piernas: a una persona hipertensa esto le viene fatal, pues el cruce de piernas aprieta las arterias y hace más presión. Pero si eres una persona hipotensa ahí sí te viene muy bien.
- Levantar tu almohada: hace rato te comentaba que la postura puede afectar a la tensión. Estar acostado mucho tiempo en una posición completamente horizontal hace que tu sangre no corra apropiadamente, por lo que es mejor darle una ayuda y levantar un poco tu posición, cuidando de que estés cómodo.
- Toma agua: siempre hay que tomar agua, en este caso más, para que le des una consistencia más líquida a tu sangre y pueda fluir mejor.
- Evita las bebidas alcohólicas: ya llegamos a la parte aburrida de la cuestión. Mientras a los hipertensos les recomiendan tomar vino o whisky ya que son vasodilatadores, a un hipotenso le vendría muy mal. Así que evita tomar alcohol a menudo.
- Haz ejercicio: siempre es bueno hacer ejercicio, pues hace que tu sangre corra fluidamente por tus arterias. El cuerpo pide que lo ejercitemos, está diseñado para eso. Así que escucha a tu cuerpo y trota, camina, corre. Por algo este tipo de ejercicio se llaman «cardio», pues hacen que la circulación de tu sangre mejore.
- Relájate: el estrés puede ser el detonante de todos tus males ligados a la baja tensión. Así que toma un momento para ti, respira, distráete y disfruta del momento que estás viviendo.
Alimentos para subir la tensión
- Consumir más sal: suena raro, ¿no? Pero precisamente el hipertenso no puede consumir tanta sal porque esto sube la tensión. Así que el hipotenso se puede tomar esta licencia.
- Comer chocolate oscuro: la cafeína y la teobromina, dos componentes presentes en el chocolate oscuro, tienden a subir la tensión. Por lo que unos pedazos de chocolate negro en el día te harán bien.
- Café y té: ya dijimos que la cafeína sube la tensión, así que tomar tanto café como té te puede ayudar.
- Date un festín no apto para hipertensos: todo eso que no le dejan comer a tu abuelo porque si no se enferma, hazle un favor y trágatelo. Ese sancocho, esa tortilla, salchicha, jamón, come con confianza. Pero todo con moderación.
- Trata de evitar alimentos diuréticos: perder líquido es lo menos que quieres ahora si quieres tratar de subir la tensión.
Comer regaliz: Bueno, parece que no va tan mal eso de tener la tensión baja si te puedes dar tantas licencias. El dulce de regaliz también sube bastante la tensión, así que te puedes comer una barra de lo más contento en pro de tu salud.