Los agentes de la Policía Nacional y Local que han comparecido en la segunda sesión del juicio contra la acusada de matar al hijo de ocho años de su pareja en Elda (Alicante) han declarado que la versión de la mujer «estaba llena de contradicciones» y que, tras meses de investigación, determinaron que ella era la «principal sospechosa» tras «descartar» los posibles móviles económicos y sexuales.
Asimismo, uno de los agentes locales que acudió a la vivienda ha indicado que observó «restos de vómito» junto al cuerpo del niño pero que no era similar a cuando una persona acaba de comer. Todos han declarado en calidad de testigos.
De esta forma, el grupo de efectivos que asumieron la investigación de la muerte del menor de ocho años en base a la primera versión ofrecida por la acusada, han confirmado que ante el tribunal del jurado que la mujer se convirtió en la principal sospechosa debido a las «contradicciones».
Según el relato de uno de los agentes, el hecho de que la vivienda estuviera «prácticamente a oscuras y los supuestos asaltantes pudieran realizar semejantes hechos en tales circunstancias» ya levantaba sospechas.
Asimismo, otro efectivo de la Policía Nacional ha indicado que la historia era «surrealista» debido a que «nadie viese a unos hombres entrar de esa forma en una vivienda el 30 de agosto» y al nivel de «detalles» que ofrecía la supuesta víctima, ahora principal acusada.
Los agentes han sostenido ante el tribunal que llegaron a la conclusión de que la explicación estaba relacionada con «el núcleo familiar» después de descartar los móviles económicos y sexuales y enfocar el caso a que se trataba de un «homicidio» y no de un «accidente», hecho que permitió el arresto de la mujer.
Entre los detalles, uno de los testigos policiales que acudió a la vivienda ha señalado que «el menor estaba en el sofá y tenía restos de vómito, pero no eran restos de comida como si acabaras de comer, sino con sangre». La acusada declaró ayer que el menor murió al atragantarse con un trozo de jamón.
SOSPECHAS DEL PADRE
Además, los agentes también han trasladado al fiscal que el propio padre del menor fallecido, y entonces pareja de la acusada, comenzaba a tener sospechas de que podría haber sido ella la autora.
La acusada ya ratificó en su declaración durante la primera sesión en la Audiencia Provincial que «se arrepentía mucho de haber mentido» y sostuvo ante las acusaciones y su defensa que el pequeño de ocho años murió «atragantado por un trozo de jamón».
