- Gestionado por Grupo Ramses en la Puerta de Alcalá e inspirado a nivel conceptual en la obra Divina comedia, Kave es un nuevo modelo de negocio que nace adaptado a las necesidades de ocio actuales.
- Se trata de un original espacio gastronómico que reinventa la forma de disfrutar la coctelería y donde el espectáculo y las emociones juegan un papel clave.
Kave es la nueva inspiración de Grupo Ramses, decano grupo hostelero que promueve una importante labor de dinamización de la madrileña plaza de la Independencia a través de sus otros dos conceptos de restauración: Patio de Leones, taberna neocañí abierta en 2019 y el icónico Ramses. Se trata de un concepto pionero en Madrid por la distribución y la seguridad de sus espacios —con previsión de la distancia reglamentaria entre mesas y punteros sistemas de ventilación— su horario adaptado a los tiempos —de 16:00 a 23:00 h— y la atmósfera que recrea, orientada a disfrutar el momento presente.
Nace con fecha de caducidad: solo tendrá un año de vida, lo que lo convierte en el espacio de sus características más efímero de la capital. No en vano, un contador marca los días que faltan para su cierre —30 de septiembre de 2021— y, cuando finalice la cuenta atrás, el espacio será cosa del pasado, pero también del futuro, pues se transformará en un concepto radicalmente distinto.
Objeto de deseo
Kave llega en un momento en que los espacios públicos se convierten en objetos de deseo. «Este modelo entra a formar parte de nuestro ambicioso proyecto global, orientado a crear y difundir un estilo de vida en torno a la Puerta de Alcalá», explica Jorge Llovet, fundador de Grupo Ramses. El formato suma gastronomía, coctelería y espectáculos marcados por la espontaneidad, sin programación previa, y se inspira en la obra cumbre de Dante Alighieri, Divina comedia, así como en su simbología y espiritualidad.
Disfrutarlo requiere de reserva previa en la web, incluyendo como código inicial la fecha de nacimiento del poeta; luego, el cliente recibirá una segunda contraseña que habrá de introducir manualmente en la puerta de entrada del local. En lo sucesivo, los códigos solo se podrán conseguir a través de una red de contactos.
Del infierno al cielo
El espacio —un total de 300 m2 conectados por escaleras y un largo pasillo interno— transita de una intensa decadencia a lo puramente celestial. Como Divina comedia, planteado en una división general ternaria, se distribuye en Infierno, Purgatorio y Paraíso. El primero de ellos lo domina una gran barra e incorpora también el aseo, que, lejos de ser un espacio íntimo e independiente, forma parte del show: el papel pintado de sus paredes evoca los pecados que amenazaban a Dante en la primera parte del poema y las urnas junto a los lavabos se destinan a que el cliente purgue los suyos.
El Purgatorio es un pasillo cuyo diseño lumínico evoluciona de tonos rojos a azules y asciende al cielo, un auténtico Paraíso donde poder tomar una copa elegante e incluso organizar cenas privadas: aquí operan menús para grupos o confeccionados a medida del cliente, bien con sello Patio de Leones, de corte más tradicional, o bien con sello Ramses, en los que se aprecia la vanguardia bien entendida de Arzak Instructions. Además, para aquellos que prefieran un picoteo más relajado, se ofrece en todo el espacio una carta de fine dining, en su mayoría compuesta por producto prémium muy desnudo: foie, caviar, ostras, conservas, jamón ibérico de bellota Joselito, etc.
Pecados capitales
Por su parte, la carta de mixología busca arriesgar, evocar una sensación de cambio, el paso de la oscuridad a la luz, resultar muy sorpresivo y provocar diversas interpretaciones. Se compone de nueve cócteles, dos de ellos sin alcohol (‘Ante Purgatorio’, con limonada, soda y bergamota con miel de flores, y ‘Pereza’, con zumo fresco de manzana y limón, sirope de dátil y soda de especias) que suman un total de 33 ingredientes: la numerología no es aleatoria, pues Dante otorgó un valor simbólico a la pareja formada por el tres y el nueve.
Asimismo, cada uno de los siete tragos alcohólicos se inspira en un pecado capital: ‘Soberbia’, por ejemplo, incorpora tequila con haba de cacao, cordial de pomelo, aceite de aguacate y flor de sal; ‘Ira’ se elabora con ginebra, Schweppes Ginger Beer & Chile y srhub de remolacha, que le otorga al cóctel un engañoso aspecto dulce y afrutado y oculta su auténtico sabor, potente y seco; la ‘Envidia’, con whisky, licor de tabaco y sirope de café con azúcar moscovado, pone el acento en una atractiva presentación que, invariablemente, acaba despertando los celos de los demás clientes; como último ejemplo, la ‘Lujuria’ se basa en el sugerente sabor del champán Perrier-Jouët e incorpora cordial de fresas y una fina pátina de chocolate rubí que se extiende por la copa, por si alguno se atreve a lamerla.
De la mano de Miguel Ángel Jiménez
El responsable de trasladar el alegórico mundo de Dante a este menú es el bartender y consultor especializado Miguel Ángel Jiménez. Curtido en locales que han sumado renglones en la historia de la mixología en Madrid, como por ejemplo Costello o Florida Retiro, ha sido también head bartender del hotel Room Mate Óscar y bar manager de Platea.
Servidos en cristalería minimalista de auténtico lujo y con hielo artesanal, los cócteles se completan con combinados fuera de carta de factura más clásica y sabores reconocibles —todas las propuestas de Kave se elaboran con destilados del portfolio prémium de Diageo— y con una amplia selección de vinos. Por último, la contradicción manifiesta en Divina comedia también se deja ver en el servicio que ofrece el equipo de sala: protocolario y canalla al tiempo, formado en la idea de que el ritual de servicio constituye una religión.
Solo importa el presente
En Kave juega un papel fundamental el acting, que potencia la espontaneidad, la sensación de presente o, visto de otra forma, la parálisis del tiempo. Diversas y efectistas actuaciones, así como números musicales de alto nivel, con el piano como protagonista, acompañan la experiencia global y se pueden presenciar desde mesas redondas para dos o cuatro personas. «Como en todos los proyectos del grupo, buscamos ofrecer experiencias que permitan al cliente desconectar de la realidad, que le hagan sentir que no está entrando a un local sino encontrándolo y haciéndolo suyo», concluye Jorge Llovet.
El espacio, oculto bajo una cueva urbana de gruesos muros de piedra y de espíritu speak easy, ha sido proyectado por el estudio creativo ILMIODESIGN, fundado en 2009 por Michel Corbani (arquitecto) y Andrea Spada (diseñador industrial), ambos italianos —se licenciaron en la Universidad Politécnica de Milán— y afincados en España desde hace años. Sus proyectos (entre los que se encuentran TATEL Madrid o los hoteles Marquis Issabel’s o Portago Urban en Granada y Cubanito, Paradiso y Santos Dorado Suites en Ibiza, entre otros muchos) se definen por un estilo ecléctico y funcional y por una cuidadísima iluminación.
Todo ello, sin olvidar su formación académica italiana y con la vista puesta en sus principales referentes del sector: los grandes del diseño italiano contemporáneo —Gio Ponti, Achille Castiglioni o Bruno Munari, entre otros— y figuras de prestigio como Phillipe Starck, autor del inigualable interiorismo de Ramses. Kave, uno de sus más recientes trabajos, es marca de la casa: destaca por su cálida iluminación y por su mobiliario de líneas atrevidas y fabricado a medida.