Ponte a hacer memoria, e intenta recordar cuándo fue la última vez que escribiste a mano. Seguramente ya ni siquiera escribimos a mano la lista de la lista de la compra. Abrimos una nota en el móvil y allí apuntamos todo lo que necesitamos. No obstante, perder la costumbre de escribir con la mano, como hacíamos en el colegio y muchos aún en la universidad, tiene consecuencias para nuestras capacidades cognitivas más allá de las repercusiones visibles. Esto es, que se nos cansa más la mano al escribir y que la letra nos sale mucho más fea.
Según han ido demostrando sucesivos estudios en los últimos años, mantener la costumbre de escribir a mano está íntimamente ligado a la inteligencia. Aunque los colegios se lanzan cada vez más a instaurar métodos digitales y tecnológicos de escritores, psicólogos y educadores recomiendan hacer exactamente lo contrario. Si no quieres ser cada día un poco menos inteligente, acostúmbrate al menos a escribir a mano la lista de la compra.
5Escribir y el estado emocional
Escribir a lápiz y papel, además de hacernos más inteligentes, puede contribuir a mejorar nuestro estado emocional. Al hacer esta actividad, debemos centrarnos y concentrarnos en una única cosa, lo que tiende a amortiguar las tensiones que podamos sentir. Nos olvidamos del mundo exterior por un tiempo, que dedicamos solamente a perfeccionar lo que estamos haciendo. Una especie de mindfulness aplicado.
De algún modo, escribir a mano es ahora una actividad relajante que nos mantiene a salvo del ajetreo de lucecitas, estímulos y sonidos que es el mundo digital. En resumen, no se trata de dejar de lado las innovaciones tecnológicas, pero sí que conviene mantener la costumbre de usar el bolígrafo y el papel para escribir. Es un ejercicio mental y cognitivo difícilmente parangonable.