A puesto a que a ti también te ha pasado, y no hay nada de qué avergonzarse, es completamente normal que se formen algunas durezas en los pies. Estos callos o durezas se llaman en realidad hiperqueratosis y es una lesión en la piel.
Estas durezas funcionan como un sistema de protección de la piel del pié ante el rose continúo o presión constante. Se dan cuando la capa superficial de la piel se engrosa a casa de las células muertas.
Entre los síntomas más comunes están la piel endurecida, a veces de color amarillento, resequedad y con una textura áspera al tacto. Usualmente no provocan molestias o dolores.
Causas de las durezas
- Calzado inadecuado como los de punta estrecha y los zapatos con tacón son algunos de los responsables de causar estas lesiones el pie.
- Mal apoyo al caminar, esto sucede cuando el peso de tu cuerpo no es repartido de forma adecuada por tus pies y por ende hay algunas zonas que siempre se ven más afectadas.
- La deshidratación puede afectar también a los pies, y es un factor que ayuda a formación de hiperqueratosis, y en estos casos suele afectar más el área de los talones.
- Las durezas también pueden ser originadas por juanetes u otras deformidades de ese tipo, ya que el roce y la presión causados por el calzado serán más frecuentes.
- La falta de calcetines también puede contribuir a la formación de durezas en el pié, ya que este rozará directamente con el zapato.
¿Cómo eliminarlas?
Aparte de ser poco estéticas, las durezas pueden llegar a causarte dolor o molestias al caminar, es por ello que debes eliminarlas apenas comiencen a manifestarse algunos de sus síntomas
Entre algunos de los tratamientos que puedes usar están los siguientes:
- La Piedra Pómez es el más popular para lidiar con estas lesiones. Solo deberás raspar la zona en cuestión con la superficie de la piedra, hasta haber quitado todas las células muertas. Recuerda que al hacerlo debes tener el pié húmedo.
- Con una lima para píes puedes raspar los talones y la planta, lo recomendado es usarla diariamente por al menos 3 minutos.
- Usar bicarbonato de sodio también es bastante útil y efectivo. Solo deberás diluir unas 3 o 4 cucharadas en una cubeta con agua tibia y dejar remojar tus pies por al menos 1 hora, para después exfoliarlos con alguna lima o Piedra Pómez, ya que este truco funciona para ablandar las zonas duras.
- Las propiedades que contiene el ajo también lo hacen ideal para facilitar la remoción de cayos y durezas en los pies. Con tres dientes de ajo triturados en una pasta con aceite de oliva, puedes aplicarla sobre la zona que quieres tratar. Lo mejor es usar algunas vendas para que pueda actuar durante horas y sin problemas, en especial si es por la noche.
- El limón también puede funcionar para ablandar las durezas y callos de los pies. Solo deberás picarlo en rodajas y dejarlo sobre la lesión. Lo Más recomendado es usar unas vendas para sostener las rodajas durante toda la noche.
Luego de usar cualquiera de estas técnicas, lo más recomendable es aplicarte alguna crema o loción hidratante, preferiblemente si es alguna crema para tratar las durezas de los pies.
La importancia de la exfoliación
Lo mejor para prevenir estas lesiones es mantener una rutina de exfoliación diaria, en especial si es en horas de la noche, antes de dormir. Esto evitará la formación de la hiperqueratosis y mantendrás unos pies sanos y hermosos.
Entre los tipos de exfoliación están:
- Exfoliación física: es aquella que es aplicada con ayuda de la Piedra Pómez, lima para pies o el exfoliante gommae. Todas estas técnicas funcionan con gran eficacia para eliminar las células muertas de las durezas. Lo más recomendable antes de aplicar alguna de estas técnicas, es tener el pié húmedo o haber sido remojado un tiempo antes de comenzar el proceso.
- Exfoliación Química: En casa puedes usar el bicarbonato, el limón o los ajos para ello, aunque generalmente solo ablandan las callosidades. El el mercado puedes conseguir algunos productos más fuertes como el ácido glicólico o el ácido salicílico.
¿Cómo evitar la hiperqueratosis?
Si ya te has librado de estas durezas y no quieres lidiar más con ellas, lo mejor que puedes hacer es seguir estos concejos.
Mantén tus pies limpios y secos en todo momento, en especial después de una ducha lo más recomendable es usar algún talco.
Mejorar el calzado es fundamental para que las durezas no vuelvan a tu vida. Busca la comodidad para que evites los roces y la presión en el pié.
Mantener hidratada la piel de tus pues es bastante importante para prevenir la aparición de callos y lesiones. Para ello puedes aplicarte alguna crema o loción después de tu rutina de exfoliado.
Además, vale mencionar que si quieres estar 100% seguro de que no te vuelvan a salir estas lesiones, lo mejor que puedes hacer es comenzar a usar platillas o parches hechos a base de silicona que te ayudan a reducir la fricción con tu calzado.
¿Has acabado ya con esas durezas?