Inmersos en la pandemia del Covid-19 y con todas las restricciones que esta crisis conlleva, es hora de sacar algo positivo. Y es que, pese a las restricciones horarias que obligan a los restaurantes a cerrar sus puertas a las 00.00 – por el toque de queda impuesto para evitar que se propaguen los contagios – cenar temprano tiene más beneficios de los que puedes imaginar.
Tal y como nos informa el restaurante madrileño «Bodega de los Secretos», dormir mejor, adelgazar, tener más energía y mejor humor… son sólo algunos de los beneficios de cenar pronto. Así que hagamos de esta restricción en el ocio nocturno nuestra aliada para tener un estilo de vida más saludable y aprovechemos los beneficios de disfrutar de las cenas al estilo «europeo».
1. Contra el insomnio. España es uno de los países que sufre una mayor tasa de insomnio y, en parte, está relacionado con acostarse con el estómago muy lleno o incluso cenar tan tarde como estamos – o estábamos – acostumbrados. Un sueño correcto, estable, saludable y reparador forma parte de una dieta equilibrada.
2. Para estar en forma. Por la noche es más complicado procesar los alimentos, sobre todo los ricos en carbohidratos. Al adelantar el horario de la cena, podemos mantenernos activos durante todo el día y el metabolismo activado y una dieta saludable nos permitirán acabar con los kilos de más de forma mucho más rápida y eficiente.
3. Mejora la sensibilidad a la insulina. Adelantando la cena, evitaremos picar por la tarde. Alimentarnos en función de la luz del día y restringir la ingesta de alimentos por la noche, nos puede ayudar a controlar nuestro peso porque procesaremos mejor los alimentos y no se depositarán en forma de grasa y porque las hormonas implicadas en el control de azúcar y grasa están menos activas por la noche y, por lo tanto, cenar antes de que esas funciones empiecen a ralentizarse nos puede ayudar a controlar el peso.
4. Beneficia la presión sanguínea. Cenar tarde no solo está asociado con un aumento del peso corporal, sino también con una subida de la presión sanguínea, independientemente de la comida que se consuma. Cuando la presión sanguínea es alta aumenta el riesgo coronario, se debilitan los riñones, se daña el cerebro, la vista y la circulación en las piernas.
5. Efecto positivo en el metabolismo. Consumir la cena más tarde podría estar relacionado con un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico. Adelantar la cena reduce el riesgo metabólico, ofreciendo numerosos beneficios para nuestra salud.
6. Las cenas deben ser ligeras, proteicas y sin gran carga glucémica. Una buena opción es un plato de verduras, crema o sopa, acompañado de una ración de proteína animal.