La relación Koeman–Messi no es la mejor de todas, mucho menos cuando el crack argentino siente que el técnico neerlandés es uno de los responsables de los acontecimientos que le han creado malestar en las últimas semanas. El delantero piensa que jugadores como Luis Suárez o Arturo Vidal todavía tenían para aportar en la plantilla, pero el nuevo entrenador se prestó para gestar el plan del expresidente Bartomeu de la limpia del equipo. A Messi le cabreó que su nuevo técnico no tuvo personalidad para decir “no” y solo actuó como el brazo ejecutor de los planes del exmandatario.
Además, Koeman ha dejado claro que Messi ya no es indiscutible para él. El tulipán se ha trasado la tarea de ir construyendo un nuevo Barça con Ansu Fati como actor principal, esta situación terminó de distanciar al crack culé y aumentar su fastidio por seguir en el club de sus amores. Tanto que la prensa ya había revelado un acuerdo con el Manchester City donde el argentino ganaría un dineral por tres años. Pero lo que mantiene al mediapunta con algo de calma de calma es que el proyecto de Koeman no pasará de esta temporada, pero lo que pueda hacer antes de ello podría terminar de destruir a la institución antes de la llegada de nuevo presidente.
Koeman en la cuerda floja
Koeman no ha podido terminar de catapultar un proyecto que tiene a Ansu Fati y Pedri como cabecillas. Ansu Fati se lesiona y Pedri no está todavía curtido para liderar un proyecto tan ambicioso como el del Barcelona, por eso muy a su pesar debe seguir dependiendo de un Messi que no tira del carro por él. Esto termina de zanjar algún acercamiento. Para Messi la única esperanza es poder ver un resultado favorable en los comicios que se realizarán de forma adelantada en enero.
Un signo claro de este distanciamiento fu haber dejado en el banquillo a Messi ante el Betis. Esto es una señal de que para Koeman el argentino no es fundamental, pero el crack le dejo saber que sigue siendo la leyenda con un doblete al salir desde la banca y lograr una victoria 5-2. Esto sin duda preocupa al aficionado ya que esta guerra personal solo terminaría afectando al club no a Messi ni al neerlandés. Todos rezan porque el nuevo presidente pueda traer la paz y un proyecto que vuelva a enamorar al ídolo de los blaugranas.
Koeman solo se ampara en la diplomacia
«Leo es un gran jugador donde queremos poner en el campo donde podemos hacer daño. Es un jugador muy importante en nuestra manera de pensar, sobre todo en ataque. Ha jugado en diferentes posiciones, falso 9, sobre todo en un extremo para jugar más adentro. Es un jugador que siempre crea problemas al contrario», habría dicho Koeman el mes pasado cuando Quique Setién comentó que el argentino es el dueño del vestuario.
«No hace falta repetir. He contestado varias veces a esta pregunta. Cualquier jugador puede sacar una imagen cuando está andando, no he visto ni me interesa. Tengo mis pensamientos sobre actitud y es muy bueno. Si vosotros queréis montar polémica es vuestra parte, terminó por decir en ese momento para darle a entender a la presa que no tiene ninguna molestia con el jugador y que por el contrario sigue entendiendo que su jugador sigue siendo fundamental, pero esto podría ser una mampara de una relación que ya está rota.