El sándwich, los nachos… platos que llevan el nombre de su autor

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La cocina siempre ha sido maravillosa. Incluso, si tienes suerte, le pondrán un nombre a tu plato. Esto es lo que ha pasado con las siguientes comidas. Si que es cierto que no te vamos a mostrar el pollo a la Pantoja, ya que todavía le quedan muchos siglos hasta convertirse en una receta digna, si alguna vez lo hace. Sin embargo, si que vamos a dar un rodeo por la historia de los platos con el nombre de su autor en su título.

Desde un marqués hasta reinas. También hay experimentos fallidos que acabaron saliendo muy ricos. Incluso restaurantes con receta exclusiva que se ha acabado imponiendo en muchas de las ensaladas. Aunque no te lo creas, todos los platos que vas a ver a continuación tienen ese nombre por su autor o algo relacionado con ellos. Déjate sorprender por el maravilloso mundo de la cocina.

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Huevos benedictinos

La historia de los huevos benedictinos, al ser tan antiguos, tienen varias historias sobre su creación. La primera nos lleva a 1860. Allí un cliente llamado Benedict pidió en el restaurante Delmonico’s en Estados Unidos algo nuevo para comer.

El chef tostó un pan, le puso jamón y un huevo y le puso el nombre del comensal al plato. La otra versión nos lleva a Wall Street. Allí Lemuel Benedict pidió unas tostadas con mantequilla, beicon, dos huevos y salsa holandesa en un hotel.

Al chef del hotel le pareció una idea tan buena que decidió añadirla a la carta y así es como se hicieron famosos los huevos benedictinos. Sea como sea, es un plato riquísimo para desayunar.