Tal día como hoy, en el año 1929, nacía en Filadelfia, Estados Unidos, Grace Kelly. Hija de un constructor multimillonario, se educó en los mejores colegios del país y siempre tuvo claro que sería actriz. Y vaya si lo fue, pero el destino tenía preparado para ella un papel mucho más importante, el de princesa de un pequeño Estado europeo, Mónaco, y reina del corazón de todos los monegascos.
Con una belleza angelical y un porte elegante y aristocrático, una ilusionada Grace se mudaba a Nueva York con 18 años para cumplir su sueño de dedicarse al mundo de la interpretación. Trabajó como modelo publicitaria a la vez que hacía sus primeros pinitos en teatro y televisión, pero pronto le llegaría su oportunidad.
En la década de los 50 comenzó su meteórica carrera cinematográfica y, con su segunda película, «Solo ante el peligro» – al lado de Gary Cooper – se convirtió en una de las actrices más admiradas de Hollywood y en una de las novias de América. Tuvo una carrera tan breve como impresionante, y a pesar de trabajar como actriz tan sólo cinco años, y rodar 11 películas, sus papeles en «Mogambo» – con el legendario galán Clark Gable – «Crimen perfecto», «Atrapa un ladrón», «La ventana indiscreta», «Alta sociedad» o «La angustia de vivir» – película por la que consiguió el Oscar a mejor actriz – la convirtieron en un auténtico icono.
En la cima de su carrera, y con solo 26 años, la actriz conocía en una fiesta en Nueva York a Rainiero, príncipe de Mónaco, un pequeño estado de Europa situado en la Costa Azul y que, de inmediato, le robó el corazón. Tan solo un año después, en 1956, la enamorada pareja protagonizaba una inolvidable boda en el Principado, tras la que Grace Kelly se convirtió en Gracia de Mónaco.
Elegante, sofisticada, distante y espectacularmente guapa, el mundo perdía a una gran actriz pero ganaba a una princesa de cuento de hadas, que representó a la perfección su papel y convirtió al pequeño principado en uno de los lugares más glamourosos del mundo. Inseparable de Rainiero – que nunca superó su muerte – Grace tuvo tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía. Precisamente con ésta, de 17 años, viajaba en coche por las sinuosas carreteras de Mónaco cuando, el 13 de septiembre de 1982, sufría un terrible accidente de tráfico – que a día de hoy sigue siendo todo un misterio – por el que, un día después, perdía la vida.
Gracia de Mónaco fallecía, dejando al mundo desolado, a los 53 años. Hoy, hubiese celebrado su 91 cumpleaños pero, cosas del destino, vivió tan rápido como murió. Por suerte, tenemos sus memorables interpretaciones en clásicos del cine como «Crimen perfecto», «Mogambo» o «Atrapa a un ladrón» para recordar a esta gran actriz que representó, como princesa, el mejor papel de su vida.