Colonial obtuvo un resultado neto atribuible de 5 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone una reducción de casi el 99% respecto a los 393 millones que ganó hace un año, como consecuencia del impacto contable de elementos extraordinarios, aunque la compañía defiende haber eludido la crisis del coronavirus.
«Somos conscientes de que el mundo es extremadamente complejo por la pandemia y la crisis económica en la que ha derivado, y esta dificultad se mantendrá en 2021, pero al mismo tiempo constatamos la realidad de nuestros números, mas propios de un mundo pre-Covid que de uno pos-Covid», ha señalado el consejero delegado de la socimi, Pere Viñolas, con motivo de la presentación de resultados.
La compañía argumenta que los ingresos por rentas se mantuvieron constantes en el periodo, en torno a 260 millones de euros, y con un resultado bruto de explotación (Ebitda) recurrente que incluso creció levemente hasta los 213 millones de euros, sorteando así el impacto de la crisis.
Por otro lado, la reducción casi completa del beneficio neto a cero se explica por la variación del valor de los activos, que supuso un impacto negativo de 104 millones de euros, frente a los 362 millones positivos que se anotó el año pasado, afectando este elemento atípico al resultado contable.
La última valoración de sus inmuebles, realizada el pasado mes de junio de este año, fue de 12.164 millones de euros, apenas un 0,2% por debajo de la anterior. Sin embargo, el efecto conjunto de esta menor valoración con la revalorización que registró en junio de hace un año explica el impacto en las últimas cuentas trimestrales.
«MAYOR RESILIENCIA»
Al margen de esta dinámica contable, el resultado neto recurrente de la socimi ascendió en este periodo un 8%, hasta los 112 millones de euros, por el incremento de los proyectos y el ahorro de tres millones de euros en gastos financieros.
«Nuestras actividades y el perfil de nuestros activos se han mantenido particularmente resistentes en este entorno tan complejo. El perfil ‘prime’ de nuestra cartera de activos de oficinas nos permite afrontar el momento actual con mayor resiliencia, estabilidad y menor volatilidad que otros segmentos del inmobiliario», ha justificado Viñolas.
Asimismo, las desinversiones de los activos no estratégicos, materializadas principalmente en el segundo semestre de 2019, implicaron un impacto por menos rentas de 8 millones. Sin considerar estas ventas de activos no estratégicos, el beneficio recurrente se hubiera disparado un 16%.
Viñolas ha indicado que el estado actual de la empresa es de desinversor neto, una postura que responde a los activos que la compañía cree que ya han acabado su recorrido en Colonial, y que esta situación no cambiará, al menos, en los próximos 12 meses: «Seguimos desinvirtiendo y reforzando el balance de la compañía con nuevas emisiones y líneas de liquidez».
DESOCUPACIÓN DEL 4%
Durante el tercer trimestre, el grupo firmó contratos por 26.600 metros cuadrados entre nuevas altas y renovaciones, un volumen similar al registrado durante el segundo trimestre de 2020 y superior al del primer trimestre 2020, periodo en el que se firmaron 13.539 metros cuadrados.
En cuanto a la desocupación total, se encontraba a cierre de septiembre en el 4%, en línea con los niveles de hace un año. Por su parte, los niveles de cobro se mantuvieron en el 98% para la cartera de oficinas y en un 96% para todos los usos, «prácticamente sin incidencias», según la compañía, después de que en la primera parte del año negociara con algunos arrendatarios la renta dada la situación de confinamiento estricto.
En el plano financiero, Colonial mantiene una liquidez de 2.362 millones de euros y una deuda neta de 4.576 millones de euros, un 0,7% inferior, con un vencimiento medio a 30 de septiembre de 5,2 años, frente a 4,7 años registrado con anterioridad.