Un estudio español, galardonado con el premio a la investigación mejor valorada en el XVI Congreso Mundial de Salud Pública 2020, ha analizado los factores que reducen el riesgo de mortalidad prematura y, de todos, ha destacado diez de los que al menos deben de tratar de cumplirse siete de ellos para reducir un 60% el riesgo.
Así, juntarse con los amigos más de una hora al día, realizar una actividad física equivalente a andar diariamente al menos media hora o correr aproximadamente 2 horas a semana; y dormir una siesta diaria de 30 minutos reducen el riesgo de mortalidad prematura.
Así lo aseguran investigadores del CIBEROBN del proyecto «Seguimiento Universidad de Navarra» (SUN), La investigadora del CIBEROBN y la Universidad de Navarra Maira Bes-Rastrollo defendió el trabajo, basado en la publicación Lifestyle-Related Factors and Total Mortality in a Mediterranean Prospective Cohort. En él, dirigidos por Miguel A. Martínez-González, los autores analizaron estos diez factores en 22.094 voluntarios.
Este estudio, elegido entre más de 4.000, analiza conjuntamente diez factores de vida saludable y concluye que, a igualdad de edad, cumplir al menos siete de ellos reduce un 60% el riesgo de mortalidad prematura. Además de estos requisitos, la investigación destaca no fumar nunca; seguir una dieta mediterránea; tener un índice de masa corporal menor o igual a 22 kg/m; tener una baja exposición a la televisión, es decir, de menos de 2 horas al día; y trabajar al menos 40 horas a la semana.
También incluye el consumo moderado de alcohol (las mujeres 5 g./día como máximo y los varones 10 g./día como máximo, lo cual equivaldría a medio vaso pequeño (de 100ml.) de vino para las mujeres y uno para los varones; y evitar esta sustancia en atracón, es decir, nunca más de 5 bebidas seguidas.
«Un aspecto muy interesante del estudio es que muestra que actos tan cotidianos y asequibles como los incluidos en esta escala reducen sustancialmente el riesgo de muertes prematuras, con independencia de otros factores de riesgo, como hipertensión, diabetes, o colesterol alto, entre otros», resalta Maira Bes-Rastrollo, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra.
«Esta escala de factores puede ser una herramienta muy práctica y útil para promocionar un estilo de vida saludable y reducir las muertes prematuras en toda la población. Los resultados reflejan la importancia de fomentar estilos de vida saludables como pilares de la atención médica, y la promoción de la salud», concluye Liz Ruiz-Estigarribia, primera autora de la publicación.
Por último, Maira Bes señala que este premio reconoce el trabajo de todo el equipo del proyecto SUN, y homenajea la continuada perseverancia de sus incondicionales voluntarios, con más de veinte años de participación para los primeros que se incorporaron al estudio. Son quienes nos ayudan a evidenciar que la promoción integral de la salud debe ser una prioridad».