Mujeres católicas de todo el mundo, a iniciativa de Voices of Faith, están preparando un Sínodo para la primavera de 2022 con el objetivo de promover «la dignidad e igualdad» de todas las mujeres en la Iglesia católica y contra el «patriarcado».
Así lo ha anunciado la Revuelta de Mujeres en la Iglesia, formada por mujeres católicas de España, que ya se concentraron el pasado 1 de marzo frente a las catedrales de distintas ciudades españolas para pedir «una reforma profunda» en la Iglesia que acabe con la «discriminación» y les dé «voz y voto» en las estructuras eclesiales.
Ahora, se implican en esta iniciativa de Voices of Faith cuyo objetivo es «promover la dignidad e igualdad de todas las mujeres en la Iglesia, globalmente diversa y multicultural».
Por ello, han consensuado tres propuestas que consideran que pueden «generar un cambio y acercar la Iglesia a la Comunidad de Iguales que propuso Jesús».
El primer tema aborda la «vulneración de los derechos humanos de las mujeres en la Iglesia» y «el clericalismo y patriarcado como fuentes de esa vulneración» con una «peligrosa reverencia ante el varón ‘sagrado y consagrado'».
«El uso y abuso de su poder ha llegado a la violencia de género. La antropología actual, de raíz medieval y caduca, mantiene la desigualdad y la sumisión, impide la integración de las mujeres en todos los órganos de la Iglesia e ignora la riqueza del magisterio de las mujeres», denuncia la Revuelta de Mujeres en la Iglesia.
En segundo lugar, proponen «integrar la teología feminista en la Iglesia» con «una lectura de la historia que rescate a las mujeres silenciadas, cambios en la liturgia, en los sacramentos y en el lenguaje eclesial» así como «una nueva comprensión de los ministerios» y un «diálogo de la Iglesia con el feminismo».
Asimismo, plantean analizar la realidad eclesial a partir de datos, para denunciar las «incoherencias» con el mensaje del Evangelio y proponer los cambios necesarios. Entre otras situaciones, quieren denunciar el poco o «ningún» reconocimiento a los ministerios ejercidos por las mujeres.
Finalmente, advierten de que existe una «desigualdad en el uso de la voz y el voto en la estructura eclesial» y sugieren identificar con esos datos las «propuestas cínicas» y las «incoherencias» que, a su juicio, se manifiestan «tanto en los documentos eclesiales como en la práctica diaria».