Este es uno de los muchísimos mitos que circulan por el mundo de la nutrición y las dietas para adelgazar. Se nos anima a desayunar mucho para acumular nutrientes suficientes para el resto del día y, de ese modo, tener menos necesidad de comer el resto del día. La consecuencia, se supone, sería que adelgazamos unos kilos en poco tiempo. Pero las últimas investigaciones nos indican que llenarse en el desayuno no nos hace adelgazar.
Y los datos al respecto son bastante contundentes. Un detallado y riguroso estudio de la Universidad John Hopkins ha demostrado que esta dieta basada en desayunar como un rey no conlleva en ninguno de los casos una pérdida de peso. Si estabas siguiendo esta metodología, va siendo hora de cambiar de dieta.
4Ninguna diferencia
A todos los participantes en el experimento se les daban exactamente los mismos alimentos. Se trataba de un menú saludable elaborado por el equipo científico. A lo largo de las semanas que duró la investigación, se les midió el peso y la presión sanguínea diariamente a todos los participantes. Los análisis establecieron que los sujetos de ambos grupos perdían y presentaban una presión sanguínea más baja independientemente de cuando tomasen las comidas.
“Pensamos que los grupos que tenían unas horas de comida restringidas iban a perder más peso, pero eso no sucedió”, cuenta la doctora Maruther. “No vimos ninguna diferencia en cuanto a pérdida de peso en aquellos que ingerían la mayor parte de las calorías al principio del día y los que lo hacían por la tarde. Tampoco encontramos consecuencias en lo que se refiere a la presión sanguínea”.