El Masters 1000 de París puso punto y final a una campaña en la que de los nueve torneos de este tipo, solo se llevaron a cabo tres. El coronavirus privó al mundo de varios de los mejores eventos de tenis en el mundo y solo en Cincinnati (que realmente se hizo en Nueva York), Roma y la capital francesa se llevaron a cabo estos torneos; que viéndolo el panorama en lo mas amplio es Novak Djokovic el que sale más reforzado, al ganar dos de los tres, pero sin duda en París se consiguieron varios resultados positivos.
Al ser el el último torneo Masters 1000 del año, de verdad estuvo plagado de buen tenis y grandes actuaciones. Aunque todas las miradas se centraron en Rafael Nadal, el español no pudo lograr la gesta de llevarse el título; sin embargo, no tuvo un actuación mala o para el olvido. Junto al balear sobresalieron varias figuras y el torneo en sí dejo algunas conclusiones importantes para evaluarlas de cara al futuro.
1Una nueva generación que da la cara
El talento se exhibió a raudales en el Masters 1000 de París, sobre todo por parte de algunos de los jóvenes que vienen pujando muy fuerte, entre los que más destacaron estuvieron Alejandro Davidovich y Ugo Humbert. El español logró meterse hasta los octavos de final, antes de caer contra Diego Schwartzman; pero gracias a su presentación ahora se ubica en el puesto 52 del ránking ATP.
Humbert tuvo una mejor actuación al llegar hasta los cuartos de final, en los que cayó frente a Milos Raonic. A pesar de eso, ahora se está en el puesto 30 del ránking. Ambas presentaciones en la capital francesa fueron estupendas, llenas de carisma y talento; tanto así que muchos esperan ver como esa nueva generación ataca a los que están en la cima del tenis en los próximos torneos.