El pagaré como indica su nombre es un título de crédito donde el que lo realiza se compromete a pagar la suma especificada al beneficiario antes de una fecha determinada. Este es un documento privado aunque puede ser usado como instrumento público. Se llama título de crédito porque el tenedor puede exigir el cumplimiento del pago dentro de las especificaciones que se haya acordado.
¿Qué dos sujetos intervienen en la realización de un pagaré?
A la hora de realizar uno debemos tener en cuenta que hay dos individuos. Tenemos el emisor que es el sujeto que se compromete a pagar un determinado importe y luego tenemos el beneficiario que es el que va a recibir el importe acordado en el pagaré en el tiempo que se haya especificado.
Como todo en esta vida, siempre podemos contar con un tercer sujeto (a poder ser de confianza) que nos apoye con el pagaré. A este tercer sujeto se le llama avalista y es el que puede garantizar el pago en caso de que el emisor no pueda hacerse cargo del importe acordado. Sin embargo, la gran mayoría de pagarés no cuenta con un aval. También hay que tener en cuenta que existen los descuentos de pagarés donde se puede obtener liquidez de forma inmediata sin tener que estar esperando a la fecha de vencimiento.
¿Qué partes tiene un pagaré?
Para que pueda ser oficial y se pueda emitir de manera correcta debe estar amparado dentro de las leyes y por lo tanto tiene que estar formado por nueve especificaciones.
Debe tener una fecha y un lugar de emisión del pagaré para que pueda ser legal; el nombre de la entidad desde la que se realiza y también la oficina librada; el nombre completo del beneficiario; el importe en números y también en letras; la fecha y el lugar en el que vence; el número de cuenta y el código IBAN de la cuenta del que emite el pagaré; la palabra pagaré; la identificación de la barra de truncalidad que es la que permite que el pagaré sea informatizado, y para terminar, la firma del emisor.
¿Qué características tienen los pagarés?
Con el paso del tiempo las características de los pagarés se han ido ampliando ya que en sus inicios no estaban dentro de la legalidad. Actualmente, estos documentos tienen en común estas características:
- Literalidad: el pago será exigido dentro de los limites de lo que se estipule en el documento. El pagaré, como indicamos antes, tiene que pagarse en la fecha que se estipula y también el precio que se indica en el documento. Si se decide llegar a acuerdo que están fuera de lo indicado en el pagaré, no tendrán ningún efecto ya que no viene estipulado en la emisión. Hay que tener cuidado con esto.
- Autonomía: el beneficiario puede ser cambiado bajo su consentimiento. De tal manera que habría un nuevo beneficiario y este se convertiría en el nuevo propietario del documento además de tener derecho de cobrar el dinero. En estos casos, el emisor no tiene por qué enterarse de que el beneficiario ha cambiado siempre y cuando se pague el importe correspondiente.
- Circulación o traslación: esto quiere decir que el pagaré puede moverse con libertad e incluso llegar a cambiar de propietario. Por lo tanto, el acreedor del pagaré puede cambiar la fecha en la que se tiene que realizar el pago y el último que haya poseído el pagaré puede exigir el pago aunque el suscriptor no tenga conocimiento del acreedor.
- Abstracción: el pagaré tiene vigencia independientemente de la causa por la que se creó. Es un documento de índole privada que tiene un inicio y un final con una obligación esté bajo las circunstancias que esté. Un pagaré podrá cobrarse a menos que se devuelva o que se destruya.
- Incorporación: el pagaré tiene que existir y poder exhibirse para poder así ejercer y reclamar los derechos y las obligaciones que están relacionados con el documento.
¿Qué ventajas tiene un pagaré?
El pagaré es un documento de corto plazo por lo que el tipo de créditos que tiene suelen ser cortos. El máximo es de entre un día a un año y medio. Otro aspecto positivo es que no hay comisiones por lo que te libras de ellas. Además, tiene una alta rentabilidad en comparación con otros productos de inversión y de ahorro.
¿Qué desventajas tiene?
Los pagarés tienen baja liquidez por lo que cotizan en un mercado secundario. Por otra parte, un pagaré no te garantiza nada ya que si el banco que lo emite tiene problemas y llega a quebrar, se podría perder el dinero. Esto conlleva que tiene mayor riesgo ya que no están adheridos a fondos de garantías de depósitos de inverciones. Otra desventaja es que tienen un importe mínimo que suele estar marcado por las entidades bancarias y que exigen una cantidad de dinero mayor que productos de ahorra e inversión. Por último, hay una comisión por cancelación que los bancos pueden reclamar si el cliente quiere recuperar su dinero antes de que se cumpla la fecha que viene estipulada en el pagaré.
Quitando estas desventajas el pagaré es un documento muy seguro a la hora de cobrarlo. Aunque es importante saber cómo hay que rellenarlos para evitar malentendidos y que así se considere un pagaré válido. Otro aspecto importante a tener en cuenta es conocer los tipos de pagaré que existen para que se acoplen de la mejor manera a la necesidades de nuestras circunstancias.
¿Cómo puedo endosar uno?
Endosar un pagaré consta de una cláusula escrita que viene indicada en el documento o también puede venir indicado en un suplementos del pagaré y que indica que el beneficiario trasmite a otro individuo (al que se llama tenedor) todos los derechos derivados del pagaré. Esto quiere decir que desde ese momento, el tenedor es el propietario del pagaré a nivel legal.
Por lo tanto, los pagarés son una manera segura de pedir un cobro y se parecen a los cheques aunque no terminan de ser lo mismo. Si alguna vez necesitamos emitir un pago y queremos ir sobre seguro, solo tenemos que realizar un pagaré teniendo en cuenta todas las especificaciones que hemos tratado en este artículo. Ya que si no indicamos todo lo que debe llevar un pagaré adecuadamente, este no será válido a nivel legal.