A veces resulta un poco cargante ese optimismo entusiasta, esos mensajes y consignas tipo “Mr. Wonderful” que acaban generando rechazo. Pero no nos va a quedar más remedio que reconocer que, de algún modo, funciona. Según diversos estudios científicos, el optimismo y un buen estado de ánimo son factores que influyen en la buena salud de las personas. E, incluso, parece ser que ser optimista podría alargar la vida.
Es decir, que ver siempre el vaso medio lleno o fijarse en la cara amable de la vida puede ser garantía de una existencia más larga. No se trata tampoco de cerrar los ojos ante las dificultades y los sinsabores de la vida, que todos experimentamos en algún momento. Más bien es cuestión de afrontar esas contrariedades con buen ánimo y sin hundirse, sin abandonar y sin desanimarse ni tirar la toalla. Puede que te vaya la vida en ello.
6Meditación para el optimismo
Davidson y sus colegas de la universidad hicieron un experimento analizando los cerebros de un grupo de monjes budistas tibetanos. Estas personas, que han pasado miles de horas meditando a lo largo de su vida, habían conseguido una alteración permanente en la estructura y el funcionamiento de su cerebro. Pero no hace falta dedicar una vida entera a la meditación para cambiar tu actitud hacia la vida.
De hecho, asegura que con media hora de meditación diaria durante solamente dos semanas es suficiente para producir un cambio significativo en el cerebro. Y, por tanto, en la forma que tenemos de ver y afrontar la vida. “Este tipo de ejercicios mentales pueden ser claves a la hora de producir un impacto significativo en nuestro cuerpo”, asegura el neurocientífico.