A veces resulta un poco cargante ese optimismo entusiasta, esos mensajes y consignas tipo “Mr. Wonderful” que acaban generando rechazo. Pero no nos va a quedar más remedio que reconocer que, de algún modo, funciona. Según diversos estudios científicos, el optimismo y un buen estado de ánimo son factores que influyen en la buena salud de las personas. E, incluso, parece ser que ser optimista podría alargar la vida.
Es decir, que ver siempre el vaso medio lleno o fijarse en la cara amable de la vida puede ser garantía de una existencia más larga. No se trata tampoco de cerrar los ojos ante las dificultades y los sinsabores de la vida, que todos experimentamos en algún momento. Más bien es cuestión de afrontar esas contrariedades con buen ánimo y sin hundirse, sin abandonar y sin desanimarse ni tirar la toalla. Puede que te vaya la vida en ello.
4Una dimensión psicológica de la salud
“Esos objetivos incluyen hábitos saludables que contribuyen a tener una vida más larga”, matiza la psiquiatra. Esta investigación pionera ha descubierto vínculos directos entre el optimismo y una dieta saludable. La misma relación existe respecto a una mejor salud cardíaca, un sistema inmune más fuerte, unos pulmones en buen estado y un bajo riesgo de mortalidad.
“El optimismo es una dimensión psicológica importante que ha demostrado una relación muy interesante con el estado de salud”, explica el neurocientífico Richard Davidson, profesor de psiquiatría de la Universidad de Wisconsin-Madison y fundador del Centro para Mentes Saludables. El profesor añade otra serie de atributos psicológicos que serían de gran ayuda para mejorar el estado de salud: “La práctica del mindfulness, la compasión, la amabilidad y tener un propósito firme en la vida”.
